Capitulo 99

Te quedaste con el teléfono en la mano durante un largo tiempo, esperando la llamada que te dijera que tu hija estaba sana y salva. 

Los pensamientos de que alguien estuviera haciéndole daño no te dejaban en paz, era una bebita de casi un año, inocente y frágil, la necesitabas con vos como ella necesitaba a su mama, seguramente estaría asustada y llorando, tratando de buscarte, ¿de verdad esperaban que te quedes sentada sin hacer nada mientras tu hija estaba en quien sabe donde?...Te levantaste enojada y con ganas de salir a buscar a tu hija vos misma, los ojos de tu papa estaban puestos en vos, pero no decía nada…nadie decía nada en realidad. Miraste por la ventana que daba a la calle, no habia ni un alma andando por ahí.

-¿queres café Pau?—pregunto Pili, mientras acariciaba tu brazo—negaste con la cabeza suavemente—

-Paula…te va a hacer bien tomar algo, un calmante—dijo Ema y te aguantaste las ganas de gritarle que no querias drogarte, pero eso no era necesario. Ella no tenia la culpa de nada, no tenias porque desquitarte con ella—

-No quiero nada—dijiste suavemente, y una lagrima cayo por tu mejilla pero la secaste rápidamente—

-No sé cómo esta Paz, pero Pedro la va a encontrar, vas a ver—dijo Greta acercándose a vos—

-Ya se—dijiste casi en un susurro—

El tiempo pasaba cual caracol, sin contar que habían pasado dos horas y estabas a punto de salir a buscar a Paz por tu cuenta, cuando Pedro llego con Martin, te tomo dos segundos darte cuenta de que no habían encontrado a Paz. Tus esperanzas cayeron al suelo y tus ojos se llenaron de lagrimas. ¿Dónde estaba tu bebita?...

-¿La encontraron?—pregunto tu papa nerviosamente—

-No…intentamos con el GPS que esta en el auto pero esta desactivado—dijo y un sollozo escapo de tu garganta—

-Lo desactive hace mucho…no queria que Mario estuviera vigilándome—dijiste mirando tus manos—agarre el auto esta tarde, ni siquiera me acorde del GPS—dijiste y Pedro puteo por lo bajo—

El estaba enojado y simplemente te levantaste sintiendo la mirada de todos y caminaste hasta tu cuarto para sentarte en la cama y volver a llorar. ¿Ahora que hacías?. Tu corazón estaba partiéndose a la mitad y tu bebita no aparecia. Miraste la mantita que estaba sobre tu cama, donde habia dormido hacia unas horas...tu pecho se apretó. La puerta de tu cuarto se abrio y Pedro entro para luego cerrar la puerta suavemente mirándote mientras lo hacia.

-Quiero estar sola—dijiste—

-Sabes que eso nunca funciono conmigo—dijo mientras se acercaba a vos—la voy a encontrar Paula, te lo juro—y se agacho delante tuyo secando tus lagrimas mientras te miraba—

-para vos no es tan difícil, ¿sabes?, no estuviste con ella tanto como yo, la tuve nueve meses en mi panza, la di a luz, la alimente y la cuide por casi un año…ella es mi vida y la necesito conmigo—dijiste volviendo a llorar—

-No estuve con ella tanto como vos, pero la amo, tambien es mi hija y voy a hacer todo lo que este en mis manos para traerla de nuevo sana y salva—dijo suspirando—solo necesito que confies en mi brujita, y que no hagas una locura—dijo y lo miraste—

-No pensaba hacerlo—susurraste, y te sentías tan vulnerable como hace casi dos años, la Paula que no soportaba nada, que era débil. Pero si algo habia tenido esa Paula, era la protección de Pedro, él te hacía sentir como una nena de nuevo, pero como una nena protegida—

-No podes mentirme a mi—dijo –te conozco mucho—dijo tomando tu mano—

-Traela de nuevo Pedro—dijiste hipando—traela sana y salva…por favor—suplicaste—

-No voy a descansar hasta hacerlo…te lo prometo brujita—dijo el acercándose—

Por un momento pensaste que Pedro iba a besarte, pero no lo hizo, solo beso tu frente dulce y suavemente. Te hizo sentir segura…quizás el era el único que entendia por lo que estabas pasando, en realidad lo era. Porque es el papa de Paz. La puerta de tu cuarto volvió a abrirse  y Martin llamo a Pedro, tenian que irse…el te dijo que fueras a la cocina, donde estaban todos, necesitabas distraerte. Simplemente asentiste en silencio para no pelear con el, cuando se fue, lo extrañaste…al igual quea tu hija.

****

Ya eran las ocho de la noche y tu hija no parecía todavía. Pedro no se comunicaba y estabas a punto de tirarte por el balcón. Jazmin, tu papa y Clarita no se movían de tu lado. Fuiste al baño mil veces para vomitar, porque tu estomago se revolvía al pensar en tu bebita y en que ya tenia mas de seis horas desaparecida. Y cuando pensaste en perder las esperanzas, cuando pensaste que tu hija no volveria mas a tu lado, que podría estar muerta o en cualquier otro lado del mundo. Pedro llamo, la habían encontrado y estaba bien.

No podias explicar el alivio y la felicidad que sentiste cuando recibiste la llamada, los esperaste llorando, pero eran lagrimas de felicidad…aunque no estarías tranquila hasta no tener a Paz en tus brazos. En menos de una hora llegaron.

Paz estaba intacta y parecía tranquila, mientras comía una galletita  en brazos de su papa. La abrazaste apenas la viste y ella reia a carcajadas. Solo la soltaste cuando tu papa te la pidió, pero la volviste a agarrar rápidamente. Llenándola de besos por toda su carita.

-¿Dónde estaba?—preguntaste una vez tranquila mientras Jazmin repartia café para todos—

-Estaba en el auto…a unos veinte minutos de aca—Pedro suspiro—posiblemente querian robar tu auto, y cuando se dieron cuenta de que habia una bebe adentro dejaron el auto abandonado. Pero por suerte no le paso nada—dijo sonriéndote—

-Gracias Pedro—dijiste—

-No tenes que agradecerme, es mi hija tambien Pau—dijo el, y cuando le sonreíste, su celular comenzo a sonar. Dejo de mirarte y atendio—¿Qué paso Nati?—pregunto y sentiste escalofríos, ¿era un mujer?—esta bien, voy en un ratito—dijo el—

-¿ya te vas?—preguntaste sin poder evitar el tono de enojo en tu voz, pero estabas furiosa. Su amante lo llamaba cuando estaba con su hija, seguramente ni siquiera se habia preocupado por su desaparición. Reprimiste una puteada y te concentraste en Paz, ella estaba aca y lo demás podia irse a la mierda—

-Si—respondio secamente, y te miro antes de agarrar a Paz y llenarla de besos. Ella parecia chocha con la atención de su papa—nos vemos mañana, voy a venir a ver a Paz. Seguramente tambien tengas que ir a la policía por el robo—dijo el y asentiste—

-Voy a bañar a Paz—dijiste y te diste la vuelta—

¡estabas enojadísima!, ni siquiera querias imaginar en como seria Pedro con su amante, seguramente harian el amor y el le diría miles de palabras de amor. ¡querias olvidarte de todo eso!

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Buenas!!!!! acá estoy, presente, cumpliendo con ustedes! les dejo el capitulo Noventa y nueve, que espero les guste y  mas todavia, que COMENTEN. es lo único que les pido.

Si hay MUCHOS, MUCHOS, MUCHOS comentarios, mañana tienen otro...pero solo si hay MUCHOS, y (con muchos  me refiero a mas de 10). Y CON NOMBRE DE TWITTER.

linda noche!!!! @PauliterBel.