Pedro:
Hoy era lunes, favorablemente, tu día de descanso a la
semana, el que habías elegido para estar con tu familia…bueno, eso fue antes de
que Paula decidiera trabajar.
Ahora mismo, estabas tratando de abrir completamente tus
ojos, Paz estaba a tu lado, pero ella seguía dormida, y era Paula quien no
estaba en la cama. Suspiraste…abriste los ojos como platos al recordar que
ella se iria…y tendrías que cuidar a tu hija vos solo. La sola idea te daba
terror, pero…tenias que poder, eras su papa y algún dia este momento iba a
llegar, quisieras o no.
Te levantaste suavemente y pusiste almohadas alrededor de tu
bebita, para luego ir hacia el baño,
donde su mama estaba cepillando sus
dientes.
-Buen dia bombon—dijo ella, cuando hubo enjuagado su boca—
-Hola mi amor…buen dia—dijiste acercándote a ella por detrás
y abrazándola por la cintura—
-¿Cómo amaneciste?—pregunto ella, acariciando suavemente tus
antebrazos—
-muy bien…rodeado de princesas—dijiste y ella sonrio—
-¿desayunas conmigo?—pregunto y asentiste—
-¿queres que lo prepare?—preguntaste y ella negó—
-no…lo hago yo, me
gusta hacerte el desayuno—dijo y le sonreíste para luego besar su mejilla—
-¿no puedo hacer nada para que te quedes,
verdad?—preguntaste y ella solto una pequeña risita—
-mmm no, nada mi amor—dijo ella y se dio la vuelta para
rodear tu cuello con sus brazos—¿Por qué no queres que vaya? ¿Por qué tan
machista?—dijo sonriendo y besaste su mejilla. Si supiera que esta vez no tenia
nada que ver con eso…solo era el terror que tenias a quedarte solo con tu
bebita—
-porque te quiero para mi—dijiste, y ella beso tu mejilla—
-vuelvo para el almuerzo…tengo que cocinar para mis
amores—dijo ella, y la abrazaste—
-okey…nada de lo que diga va a hacerte cambiar de
opinión—dijiste dejando escapar un suspiro—
-no mi vida—dijo ella riendo—¿me vas a decir que te
pasa?—pregunto ella y la miraste—
-tengo miedo…nunca me quede solo con ella—dijiste un poco
asustado y ella te miro mordiendo su
labio inferior—
-¿era eso?...mi amor, estoy segurísima de que vas a poder.
Además, se la van a pasar jugando…¿o no?, además te voy a dejar todo
preparado—dijo ella besando tu cuello—no te asustes, jamas dejaría que hicieras
algo que se que no podes hacer—dijo ella—
-¿me vas a decir como tengo que hacer todo antes de
irte?—preguntaste—
-obvio que si—dijo ella, y te beso—bueno, me voy a
prepararte el desayuno—
Paula te dejo solo por un momento, momento que ocupaste para
higienizarte, y luego correr hacia ella.
Querias disfrutarla el poquito tiempo
que te quedaba junto a ella, sinceramente no querias que se fuera pero bueno,
no cambiaria de opinión, y también sabias perfectamente cuanto le gustaba
bailar, y si eso la hacia feliz, vos tambien intentarias serlo, por ella…y en
algún punto por vos, porque su felicidad tambien era la tuya…porque ahora, ella
era tu vida y si tu vida queria hacer eso…entonces que lo haga, vos estarías
ahí apoyándola.
Desayunaron entre mimos y caricias…amabas estos momentos en
la mañana, los disfrutabas a cada uno de ellos.
Paula se fue tiempo despues…y si un dia pensaste que manejar
tu propia vida seria lo suficientemente
difícil, estabas monumentalmente equivocado.
Cuidar de Paz, sentir que ella
dependía de vos en cada aspecto que pueda existir, era asfixiante y hermoso a
la vez. Por otro lado, nunca habias
estado tan asustado. Temías que jugando se cayera, que se golpeara y que de
algún modo llorara…y ahora mas que nunca te aterrorizaba no ser suficiente para
ella.
Tu pequeña bella durmiente despertó en medio de llantos,
fuiste testigo de como abrio sus ojitos y como fue capaz de sacarte una
sonrisa. La sacaste de la cama y el
estar todavía dormidita la hacia mas manejable, caminaste con ella escondida en
tu cuello hasta la cocina, para poder darle su leche,
Paula dejo preparada la
mamadera y te dijo que en caso de que se enfriara la calentaras, pero eso no
fue necesario. Asi que fuiste hasta el living y te sentaste con ella en tu
regazo dispuesto a darle la mamadera…y nunca habias experimentado algo igual,
alimentar a tu propia hija…quien sonreía por tus morisquetas y que te prestaba
atención a mas no poder. Tu corazon estaba que explotaba de amor.
Tiempo
despues, te encargaste de hacerle el provechito…y fue ahí cuando comenzo el
tiempo de jugar, rodeaste a tu bebita de almohadas y trajiste todos sus juguetes. Vos te
sentaste en el suelo alfombrado con ella a verla embobado y enamorado como
estabas. Te recostaste contra el sofá y comenzaron a jugar…pero tu bebita estaba
empecinada en escalar por tu cuerpo para subir al sillon a buscar su pulpo
morado, y no queria saber nada de otro peluche, solo ese.
-¿no queres este mi amor?—preguntaste mientras agitabas el
elefante trompita de Paula frente a ella, quien te respondio con un gritito.
Reíste, ¡que carácter princesita!, te dijiste a vos mismo—
Te quejaste una vez mas cuando volvió a subir por tu cuerpo
intentando subir, parecia no aburrirse de ello, y es que estaban hace mas de
media hora con lo mismo, pero al parecer, queria subir por su propia cuenta.
Paz apoyo sus manitos en tus hombros, para luego pisar con su piecito tu
costilla y levantarse, vos sonreíste y le diste un pequeño impulso hasta que
por fin se quedo sentadita en la superficie de cuero, sin darse cuenta de que
la ayudaste. Ella parecia feliz, y vos lo fuiste mas al verla sonriera.
Miraste
la hora una vez mas, y la tomaste para caminar con ella a la cocina, la
sentaste en la mesada con vos, mientras sacabas su pure de manzana de la
heladera…Acepto con gusto cada “avioncito” que llevabas hasta su boquita…lo
hiciste hasta que suspiro como si estuviera llena y se dejo caer sobre tu pecho
manchándote la remera gris que tenias puesta, bueh, no importaba, ya te
cambiarias despues.
Volviste al living con ella a upa y te sentaste en el sillon
encendiendo el televisor, y poniendo dibujitos para tu hija, y entretenida como
estaba ella, aprovechaste a tomar el celular y llamar a su mama.
-Hola mi amor—dijiste cuanto ella te atendio—
-Mi vida…estaba a punto de llamarte, los extraño…¿Cómo la
estan pasando?—pregunto ella, mientras escuchaba que marcaba el famoso “un,
dos, tres, cua…”. Sonreíste—
-Muy bien, tambien te extrañamos…queremos que
vuelvas—dijiste sonriendo como estúpido—
-falta poquito…sigan jugando, los amo—dijo ella—
-yo tambien mi amor…te estamos esperando—dijiste y cortaste
la llamada segundos despues—
Tu dia como padre habia funcionado...
......................................................................
Buenas!!!!! acá estoy, presente, cumpliendo con ustedes! les dejo el capitulo Ciento nueve, que espero les guste y mas todavia, que COMENTEN. es lo único que les pido.
Si hay MUCHOS, MUCHOS, MUCHOS comentarios, mañana tienen otro...pero solo si hay MUCHOS, y (con muchos me refiero a mas de 10). Y CON NOMBRE DE TWITTER.
linda noche!!!! @PauliterBel.
ah que lindo me encanto besos espero el siguiente
ResponderEliminarhermoso cap @locuradepyp
ResponderEliminarQué divertido este cap. No le cambió ni una vez el pañal jajajaja sólo la alimentó y jugó con Paz jajaja. Buenísimo este cap.
ResponderEliminarQue lindo capitulo!!!
ResponderEliminarQue lindooo
ResponderEliminarQuiero leer el otro @paucypeterafc
ResponderEliminarSuubi otro
ResponderEliminarMe encanta la novela
ResponderEliminarQue lindo que escribis
ResponderEliminar