miércoles, 5 de agosto de 2015

Capitulo 116



Paula:







Definitivamente algo estaba pasando. Miraste a Pedro y parecía nervioso…no, no parecía, lo estaba, sus actitudes lo decían, estaba sentado muy derecho en el asiento, este no era tu Pepe normal y relajado al que tanto amabas.

Media hora después seguían en el auto, hablando de cualquier cosa, y obviamente de lo que harían mientras Paz no estuviera con ustedes, cuando de repente se detuvieron. Miraste por la ventanilla y frunciste el ceño, lo miraste y el te sonrio, pensaste que quizás iban a ir a tomar un helado…o a un hotel, bajaste y agarraste su mano la cual te ayudaba a salir de allí dentro y se dirigían a un pequeño edificio con puertas de vidrio, el cual habia sido un gimnasio tiempo atrás, pero parecia totalmente remodelado…








-¿en que pensas?—te pregunto Pedro, abrazándote por la cintura, y si antes estabas confundida, ahora mucho mas, ¿pensar en que?—

-em…no se, ¿Qué es muy lindo?—dijiste y lo escuchaste reir—

-No tenes idea de que te estoy hablando, ¿no?—dijo el—

-No mi amor…no tengo idea, pero ¿Por qué tendría que saberlo?—preguntaste acariciando sus antebrazos—

-Bueno…¿viste ese local con puertas de vidrio?—pregunto y asentiste, desconcertada al mango—

-si, ¿Qué tiene?—preguntaste—

-¿Qué tiene?...es tuyo—dijo el y automáticamente te diste la vuelta para mirarlo—

-No estaría entendiendo mi vida—reíste nerviosa—

-¿Cuál era el fin de ese titulo que conseguiste hoy?—pregunto mientras te abrazaba por la cintura nuevamente—

-Poner mi propio estudio de dan…—alcanzaste a decir—decime que no es lo que creo que es—dijiste con los ojos bien abiertos— Pedro…decime que no—dijiste y el te sonrio para luego besar tu mejilla—

-lo compre para vos…acá estaban mis largas jornadas de trabajo, es un estudio de danzas mi amor—dijo el, tratando de explicarte. Vos lo miraste con tus ojos llenos de lagrimas, ¡no podia ser cierto! –

-¡decime que me estas jodiendo!—dijiste mientras rodeabas su cuello con tus brazos abrazandolo. Habias hablado de esto con el millones de veces, pero jamas imaginaste que iba a hacer esto—¡Gracias gracias gracias!—dijiste riendo mientras el te daba vueltitas en el aire y te depositaba en el suelo para darte un beso—

-De nada…vamos a verlo, ¿queres?—pregunto, tomando tu mano y asentiste felizmente. El saco las llaves de su bolsillo









 Apenas podías contener la ansiedad y la emoción mientras Pedro abria las puertas por vos, porque no te creías capaz de hacerlo. Mientras atravesaban el umbral de la puerta de vidrio, tus ojos se llenaron de lágrimas, estaban parados en el área de recepción, pero a través de otra puerta, podia verse el salón perfectamente.








-Creí que tal vez querías separar por edades, aca abajo lo hice para las mas chiquitas, que supongo sus mamas van a querer verlas y esperarlas—dijo el y sonreíste ampliamente para abrazarlo otra vez-

-¡es perfecto!—dijiste dándole un beso en la mejilla-

-Si algo no te gusta podemos cambiarlo—dijo el y negaste con la cabeza—

-Es hermoso—dijiste mirando a través del vidrio—

-Adentro no se ve lo que pasa afuera—dijo el—

-me lo imagine—dijiste tomando su mano—

-¿queres entrar?—pregunto el y asentiste, el empujo la puerta, y si antes estabas emocionada, ahora 
era el triple—¿te gusta?—

-¡me encanta!—dijiste mirando todo a tu alrededor—

-Vamos a seguir viendo—dijo el y volviste a tomar su mano—







Siempre era tan dulce con vos, y eso no se fue con el tiempo. Lo amabas aun mas. Caminaste de la mano a su lado, siendo guiada por él. Caminaron unos metros despues del área de recepción, se encontraba un pequeño “bar”, donde habían bebidas y demás.

Siguieron caminando hasta que subieron unas escaleras y se encontraron con un lugar parecido al que habia abajo. Lo miraste y el te sonrio.







-Bueno, esa puertita que vez ahí, lo puse como armario, supongo que vas a necesitar guardar algunas cosas. Y este es otro salón, no muy diferente al anterior…pero con algo que hice para vos—dijo el y lo miraste con una sonrisa otra vez—

-¿Qué mas hiciste loquito?—dijiste rodeando su cuello con tus brazos. El suspiro y te dio un pequeño beso en los labios. Volvió a tomar tu mano para meter la llave en la cerradura de  la puerta del salón y abrirla. Tu corazón dejo de latir, había globos de helio en forma de corazón flotando por todos lados, velas encendidas que iluminaban todo a su alrededor, y en el centro…una cama improvisada que te hizo sonreir. Te diste la vuelta y lo viste con sus manos metidas en los bolsillos de sus jeans.









Rápidamente caminaste hasta el y lo abrazaste para besarlo con  ferocidad. Él se acoplo a tu beso perfectamente, y juntos comenzaron con una sincronía lenta y suave.

Despacito el te fue encaminando a esa especie de cama, hasta que te dejo caer suavemente sobre el colchón…y fue ahí donde comenzó todo. Besos, caricias, pasión, desenfreno, ternura…y mucho, mucho amor.

Finalmente,  cuando cayeron exhaustos y muertos de cansancio, seguían besándose con la poca energía que les quedaba.







-Gracias por todo esto mi vida…me encanto—dijiste acariciando su pecho—

-A mi tambien me encanto…pero me salio mal—dijo soltando una pequeña risita, vos levantaste la mirada y reíste tambien—

-¿Por qué?—dijiste frunciendo el ceño—

-porque tenia que hacer algo antes de que todo esto pasara—dijo el—ahora lo voy a tener que hacer desnudo si no te importa—dijo el, separándose de tu abrazo—

-¿hacer que loquito?—dijiste, tapándote el torso con las sabanas. Viéndolo levantarse de tu lado y gateando hasta su ropa, acción que te hizo reir—¿Qué haces Pepe?—dijiste riendo y el volvió a tu lado, pero esta vez, arrodillándose. Tu corazon comenzo a latir con fuerza—Amor…¿Qué estas haciendo?—dijiste, con nerviosismo—

-Te quiero decir que te amo desde la primera vez que entraste en mi consultorio…y quiero que seas mi esposa, mi amor, ¿queres casarte conmigo?, quiero quedarme a tu lado para siempre…quiero estar en tu vida por siempre—dijo el haciéndote soltar lagrimas—

-Pedro—dijiste llevando tu mano a tu boca, mirándolo a los ojos—¡Obvio que si! ¡te amo! ¡te amo!—dijiste lanzándote a sus brazos y besándolo, haciéndolo caer hacia atrás—Perdon, ¿te lastime?—preguntaste, levantando la vista—

-No—dijo riendo, y levantándolos a ambos. La situación era un poco bizarra, porque los dos estaban desnudos—entonces, ¿aceptas ser mi esposa?—dijo el y asentiste—

-Si mi vida…si—dijiste y volviste a besarlo—






Sin duda…nunca nadie habia sido tan feliz como vos en este momento. No podias creer lo que estaba pasándote, estabas por casarte, y tenias la familia que siempre habias querido tener. Y por supuesto, empezando a formar la tuya propia…ibas a darle a tu hija y a Pedro, todo el amor que pudieras, todo el amor que vos no habias tenido y que querias brindarles… A tu familia jamas le faltaría amor, porque Pedro y vos se amaban con locura, y ese amor iba a parar a Paz. Quien fue producto de toda esta locura, que empezó siendo una aventura…una aventura que poco a poco se transformo en algo mas….y que termino siendo una locura de amor. Tu propia locura de amor y por la que estarías dispuesta a dar la vida y por la que darías la vida. Esa locura que era tu hija y tu futuro marido…y los futuros hijos que vendrían.






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y llego el final nomas, espero que les haya gustado tanto como a mi  me gusto escribirla...esta novela me hizo pasar por todos los estados posibles!!! muchas gracias a todas por leer y por tomarse su tiempo para hacerlo♥♥

Nos leemos en la proxima♥ y miles de graciassssss♥

 Comenten por ultima vez!!!! quiero saber que les parecio esta historia!!!

martes, 4 de agosto de 2015

Capitulo 115




Pedro:





Una semana despues, estabas terminando tu sorpresa…la sorpresa que tenias para Paula, querias que asi fuera y lo habias logrado. Miraste tu reloj y casi que te desmayaste, eran las ocho y media de la noche y todavía estabas allí.





-¡Nati! ¡me tengo que ir volando! ¿esto va a a estar terminado, verdad?—gritaste, con un deje de preocupación en tu voz—

-¡Si Pedro! ¡andate que tu mujer te va a matar!, no te preocupes, llamame cuando salgas y voy a terminar con todo, ¿si? ¡ suerte!—grito de vuelta—

-¡Muchas gracias Nati! ¡gracias por hacer esto! –repetiste otra vez y saliste despedido hacia la calle en busca de tu auto y te metias adentro—








Estabas que te temblaba todo, no querías llegar tarde, no te lo perdonarías…no otra vez, ya  lo habias hecho con la llegada de tu hija, y hoy, en este dia tan importante para ella, no permitirías que nada estropeara el momento….Hoy le daban ese titulo que tanto habia esperado para cumplir su gran sueño.


Llegaste al teatro donde se llevaría a cabo la entrega de diplomas, diez minutos antes de que el acto comenzara. 

Y una vez que estuviste dentro del salón, el alma te volvió al cuerpo. Te metiste entre el mundo de gente buscando a su familia y a la tuya, sonreíste cuando los encontraste, y es que te fue tan fácil, porque tu princesita estaba caminando por el pasillo. Caminaste hasta ella y la agarraste tirándola para arriba, haciéndola reir y gritar al mismo tiempo. Besaste su mejilla y saludaste a todos y te sentaste con tu bebita en tu regazo. Pilar y Ema estaban a tus lados y queriendo llamar la atención de Paz.







-¿Se pueden calmar? Estoy nervioso—dijiste y recibiste un golpe de las dos—

-Calmate vos….¿tenes todo listo?—pregunto Pilar, aprovechando y sacando a tu hija de tus brazos—

-¡Hey!...si, eso creo, pero los nervios me tienen mal—dijiste y Ema suspiro—

-¿Podes echar a tu hermano y a la estúpida esta? ¡me tienen cansada con sus palabras empalagosas!—dijo Ema gritando y pegando a Greta. Vos reíste—

-¡deja de ser violenta delante de  mi bebe!—dijiste—

-Sh…yo le voy a enseñar defensa personal—dijo ella y reíste—







La gente comenzo a aplaudir, y tu corazon comenzo a latir fuertemente buscándola entre todas esas mujeres allí presentes, la encontraste de pie a la izquierda del escenario, charlando con Aitana, su amiga de danzas de siempre. Con el  uniforme del establecimiento de la provincia, toda de negro y con zapatillas de baile, simplemente hermosa. No la habias visto en todo el dia, ni a ella, ni a tu princesa que estaba quedándose dormida en tus piernas, las habias dejado despues del desayuno, y pensó que estabas trabajando, pero no era asi, estabas preparándole una sorpresa.

Hoy le daban el titulo para poder ejercer el rol de profesora en danzas clásicas, como bien te lo habia explicado, ese titulo ya lo habia conseguido, pero este que estaba a punto de recibir ahora, era mucho mas meritorio. Habia hecho un curso intensivo de tres semanas y lo habia logrado…estabas orgulloso de ella. No podias quitarle los ojos de encima…tratando de entender como es que despues de todo lo que habían pasado, ella estaba ahí…siendo tuya.

Cuando escuchaste decir su nombre, te levantaste con Paz en brazos aun dormida y comenzaste a aplaudir, como todos los integrantes de su familia y sus amigas. Estaba radiante y buscándote entre la gente, pero no le costo mucho, cuando los vio a ambos sonrio aun mas y les tiro un beso.

Nunca fuiste mas feliz cuando escuchaste que la ceremonia habia llegado a su fin, y viste a Paula venir hacia todos y abrazarlos con fuerza, Jazmin agarro a su nieta y la sostuvo mientras esperabas a que llegara tu momento, y cuando este llego, ella te abrazo por el cuello y te beso como nunca antes lo habia hecho, la levantaste haciéndola girar mientras reia.







-Felicidades mi vida—dijiste cerca de su oído—

-Gracias amor—dijo ella besando tu mejilla—¿Vamos a cenar todos o algo?—pregunto ella mirando a todos—

-Si…lo vamos a hacer, pero quiero llevarte a un lugar despues—dijiste y ella te miro mientras fruncia el ceño—

-Okey…pero Paz esta dormidita—dijo ella—

-Si…pero Paz se queda con sus abuelos—dijiste y ella sonrió para volver a abrazarte—

-¿estas loquito hoy?—pregunto en un susurro que te hizo estremecer, vos la abrazaste de vuelta—

-te quiero para mi solito esta noche—dijiste haciéndola reir—

-¿A dónde me vas a llevar?, mira que tenemos una hija, no te zarpes—dijo ella haciéndote reir—

-Vas a tener que esperar y ver…y nuestra hija lo va a entender cuando sea grande—dijiste y ella te beso—









Tu familia, la de Pau, sus amigas,  vos, ella y tu bebita, se dirigieron al restaurante donde se realizaría el festejo. Ella estaba feliz, y vos tambien lo eras…Estabas seguro de que era la primera vez que lo era de verdad. Estaba rodeada por toda la gente que la queria, y asi seria de ahora en mas. La llenarías de amor por el resto de tu vida…

En un momento de la noche, bah…casi al final, decidiste que habia llegado el momento de terminar con la intriga.  Despues de saludar a todos, se dirigieron de la mano al auto, obviamente y como era de esperarse te lleno de preguntas acerca de la sorpresa, no le responderías a ninguna, pero le encantaría.

Finalemente, se rindió y se quedo callada, se conformo con tomar tu mano simplemente, asi que te encargaste de llenar de besos esas manos que te regalaban las caricias mas lindas del universo, las mismas que te quemaban cuando estaban sobre tu cuerpo.






-¿Cómo estuvo tu dia en el trabajo?—pregunto, haciéndote toser. No te gustaba mentirle, sobre todo despues de lo que habia pasado. Juraste por tu vida que no ibas a volver a hacerlo…pero esta vez, era por una buena causa—

-¿Qué te pasa?—pregunto ella un poco asustada por tu reacción—

-Nada amor…me atragante solo eso—dijiste—y bien, muchísima gente—dijiste contestando a su pregunta y besando su mano otra vez. Ella te sonrio y te tiro un beso…querias que viera tu sorpresa, 
querias que supiera cuanto la amabas. Querias demostrarle que por ella…harias cualquier cosa.





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Buenas!!!!! acá estoy, presente, cumpliendo con ustedes! les dejo el capitulo Ciento quince, que espero les guste y  mas todavia, que COMENTEN. es lo único que les pido.




Si hay MUCHOS, MUCHOS, MUCHOS comentarios, mañana tienen otro...pero solo si hay MUCHOS, y (con muchos  me refiero a mas de 10). Y CON NOMBRE DE TWITTER.



linda noche!!!! @PauliterBel.


Mañana=(...comenten comenten♥

lunes, 3 de agosto de 2015

Capitulo 114




Paula:






Esa noche te había costado dormir como nunca. Diste mil y un vueltas en la cama, pensando en ellos, en Pedro y en Paz, que estaban juntos cuando vos estabas ahí, sola y extrañándolos.

Aun no entendías porque habías reaccionado de esa manera, pero la situación se dio asi, simplemente quisiste retrucar de alguna manera esos celos por parte de Pedro, pero todo te salió mal, tantas fueron tu ganas por refutarle algo que no tuviste mejor idea que sacar a la luz los problemas pasados. 


Llegaste a decirle cosas que ni siquiera pensabas, ni tampoco querías decirlas, estabas segura de que lo habías lastimado, pero esa no fue tu intención.


Ariel llego a tu casa pero te encontró llorando desconsoladamente, te consoló infinitamente y terminaste por contarle el motivo de tu charla. Te dijo que lo entendía, y hasta llego a decirte que en algún punto envidiaba a Pedro, tenía lo que siempre quiso tener…a vos. Se quedó con vos hasta que pudiste finalmente hablar con tu amor, y cuando los escucho hablar, decidió que lo mejor era irse para no causar problemas entre ustedes. Se lo agradeciste y también le pediste perdón.

Como bien lo sabias, no pudiste dormir mucho…querías ver a Pedro, hablar con el y pedirle perdón, porque todo había sido sin querer.


Despertaste con el ruido de la puerta, y notaste que Pedro habia llegado con tu bebita dormida y escondidita en su cuello, la sola imagen te hizo sonreír, pero en cuanto lo miraste, tu sonrisa se borro…tenian una charla pendiente, y le debias miles de disculpas. 

El llevo a Paz a su cuarto y la dejo durmiendo en su cuna, momento que aprovechaste para ir al baño y arreglarte un poco. Miraste el reloj y  eran las 7:15 am…suspiraste, tendrías que apurarte si querías hablar con el antes de que fuera a trabajar. Saliste del baño y te chocaste con su cuerpo…bajaste la mirada automáticamente.








-Hola Pau—dijo el, suavemente—

-Hola Pepe—dijiste y levantaste la mirada para encontrarte con sus ojos, esos ojitos que eran la ventana de su mundo—

-¿Cómo estas?—pregunto el, y suspiraste para llevar tu mano a tu brazo y rascártelo—

-bien—dijiste y lo miraste, el sonrio y miraste tu mano en tu brazo, volviste a suspirar—¿estas muy apurado?—preguntaste y el negó con la cabeza riendo. Te odiaste, era domingo—

-¿Por qué?—pregunto el y te encogiste de hombros—

-por nada…solo queria saber si podíamos hablar un ratito—dijiste y el te miro—

-Si Pau…te dije que si, y para eso estoy aca—dijo el y asentiste—

-¿vamos a sentarnos en la cama?—preguntaste y el solo camino para sentarse a los pies de esta. Vos hiciste lo mismo que el y te sentaste a su lado—

-¿de que queres hablar?—pregunto el, mientras levantaba su cabeza para mirarte, momento en el que empezaste a retorcerte—

-Ya sabes de que amor…de lo que te dije anoche. Que son mentiras, porque no las siento, ni las pienso—dijiste, levantaste la vista y el seguía mirándote—

-Solo buscaba protegerte—dijo el y lo interrumpiste—

-Ya lo se mi amor…ya te perdone, ya lo entendí. No quiero que peleemos por esto—dijiste y tus ojos se llenaron de lagrimas—perdóname, no tendría que haberlo dicho, no despues de todo lo que pasamos. Sabiendo que te hubiese gustado tanto estar a mi lado cuando Paz llego al mundo, pero…pero solo quería retrucar  lo que me decias…me salio mal, muy mal y te lastime…pero no lo hice con intención mi vida—dijiste y para esto, las lagrimas caian ya sin permiso. El acerco su mano a la tuya y la tomo—

-No te voy a decir que no me dolio, porque si…me dolio muchísimo, pero no entiendo porque querias retrucar lo que estaba diciéndote—dijo el y lo miraste—

-Estabas haciéndome una escena porque queria dejar que Ariel durmiera aca, sabes que no lo hago por algo mas que por agradecimiento. El me banco mucho mi amor, queria devolverle el favor, nada mas, pense que ibas a estar de acuerdo—dijiste y lo miraste—

-No me preguntaste si estaba de acuerdo…supongo que si lo hablábamos bien podíamos haber llegado a un acuerdo, pero lo hiciste vos sola. Y sabes perfectamente que no…me gusta la idea de saber que esta enamorado de vos—dijo el y bajaste la mirada recorando lo que Ariel te habia dicho—

-Ya paso eso Pedro—dijiste y el te miro—

-Si te quiere de verdad, ese amor no se va de un dia para el otro…y menos teniéndote cerca durante tanto tiempo—dijo el y bajaste la mirada. No sabias para que se lo negabas, el parecia seguro de lo que decía y tenia toda la razon—¿Qué pasa?—pregunto el—

-Nada...solo que no me gusta estar peleada con vos—dijiste y el suspiro—

-¿vino anoche?—pregunto, y asentiste, el suspiro—¿le dijiste que se fuera?—pregunto—

-Es que estaba llorando, y le conte lo que habia pasado, despues te llame y nos escucho hablando…y decidio irse solo—dijiste y el asintió—me dijo que te envidiaba mucho…porque tenes todo lo que siempre quiso—dijiste en un suspiro, ¿para que mentirle?—

-¿Ves?...te sigue queriendo, y—hizo una pausa rascándose la nuca—yo se que solo queres agradecerle. No tendría que haberme puesto asi tampoco, pero me vuelvo loco cuando lo imagino cerca tuyo y queriéndote al mismo tiempo—dijo el y tomaste valor,  te levantaste y te sentaste en sus piernas—

-A mi no importa lo que siente el…vos sos mi amor y tus sentimientos son los que verdaderamente me importan—dijiste pegando tu frente a la de el—yo te amo a vos, te ame, y a pesar de todo lo que paso en el camino, te sigo amando con mas intensidad—dijiste y besaste su mejilla—mas que antes—dijiste y el te sonrio—

-Yo tambien te amo…y mas que antes—dijo el y te beso en los labios—perdon por estas actitudes de mierda, pero…no lo puedo evitar, odio saber que alguien mas te quiere en su vida—dijo el y mordiste tu labio inferior—

-No...nadie va a tenerme en su vida mas que vos, nadie…soy tuya y de nadie mas—dijiste segura y lo besaste—

-Mia—dijo el entre besos—

-¿me perdonas?—preguntaste y el te sonrio—

-Por supuesto que si…pero solo si me perdonas vos a mi—dijo el y reíste para luego besarlo—

-si—dijiste y pegaron sus frentes—

-¿hoy tenes el curso?—pregunto el—

-Si…pero por suerte termina el viernes—dijiste suspirando—

-Y despues…a poner tu estudio—dijo el y lo abrazaste—

-Si…tengo que buscar un lugar y de a poquito ir haciéndolo—dijiste y el te beso en la mejilla—

-y lo vas a lograr, estoy seguro—dijo el y te beso—

-¿y si sellamos la reconciliación?—dijiste besándolo—

-¿sos vos brujita?—dijo el y reíste para empujarlo de espaldas a la cama y sentarte encima suyo—

-Por supuesto….y tiene que obedecerme si no quiere que lo hechice –dijiste y el sonrio—

-a sus ordenes entonces—dijo besandote--






..........................................................................................                                                            
Buenas!!!!! acá estoy, presente, cumpliendo con ustedes! les dejo el capitulo Ciento catorce, que espero les guste y  mas todavia, que COMENTEN. es lo único que les pido.




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linda noche!!!! @PauliterBel.



Se va terminando...y hay cambio de planes...solo quedan dos=(...Comenten♥

sábado, 1 de agosto de 2015

Capitulo 113






Tus ojos se llenaron de lágrimas ni bien cerraste la puerta. Si bien la cosa habia empezado como una escena de celos por parte tuya…pero sin embargo, todo termino trastabillado de alguna manera. Paula te dijo lo que en realidad pensaba…aparentemente no te habia perdonado totalmente.

Llegaste a la casa de tu mama  pasada la medianoche, ella se mostró un poco preocupada al verte allí, te mato a preguntas pero no dijiste nada, solamente te llevaste a tu bebita que estaba dormidita. 

La pusiste suavemente en su sillita y encendiste el auto para comenzar a buscar un hotel que pudiera alojarlos esa noche. Una vez que lo encontraron, bajaste a tu bebe que escondía su carita en tu cuello mientras agarrabas el bolso con sus cosas.

 La recepcionista te sonrió dulcemente y te dio una de las habitaciones con cama matrimonial, vos también sonreíste, podrías dormir con abrazadito a Paz.

Cuando llegaron a la habitación, te encargaste de dejar a Paz sobre la cama, ella parecia no inmutarse, tenia su pijamita de ositos puesto y no había nada que te diera más ternura que eso…Te desvestiste y te metiste a la cama con ella. La miraste con atención, y pensaste en su mama. Agarraste su manito y la besaste reiteradas beses, la oliste, ese aroma a bebe que te encantaba, el olor de tu bebe, de tu hija. 

Acariciaste su cabecita y su pelito…cuanto te hubiese gustado verla nacer, escuchar su llanto por primera vez, verla abrir sus ojitos…calmarla. Una lagrima cayo por tu mejilla y la limpiaste rápidamente. Jamas te perdonarías el no haber estado allí, esperar por ella…

Tu celular comenzó a vibrar y sin siquiera mirarlo sabias de quien se trataba, era Paula…quizás queria saber de tu hija, asi que atendiste.







-Hola—dijiste—

-¿Pedro? ¿Dónde estan?—pregunto, podias notar angustia en su voz, habia estado llorando, estabas segura—

-Estamos en un hotel, Paz esta dormidita…tranquila—dijiste—

-Si, Anita me dijo que se fueron…¿Dónde estan?, los quiero ir a buscar—dijo ella, y la escuchaste sorber su nariz—

-quiero estar solo…solo con ella, esta noche, mañana te la llevo temprano, lo prometo—dijiste mientras besabas la pancita de tu bebe y  te levantabas despacito para no despertarla—

-pero, ¿Qué queres decir con que mañana me la traes temprano? ¿  y vos?—pregunto ella, vos soltaste un suspiro—a

-Necesito estar solo Paula…ya entendí que todavía no me perdonaste el que te haya dejado sola con nuestra hija, estoy muy arrepentido, no me lo voy a perdonar nunca, pero…no puedo volver el tiempo atrás—dijiste mientras mirabas por la ventana. La calle estaba en completo silencio—

-Pero mi vida…yo ya te perdone, ya lo hablamos…no quise decir eso, perdon—dijo ella—

-pero lo dijiste Pau…y si lo dijiste es porque lo pensas, ya te dije que no las voy a dejar solas, nunca mas, pero entiendo que te cueste creer en mis promesas despues de que haya roto muchas anteriormente—dijiste—

-Pepe…no lo pienso, de verdad—dijo ella, volviendo a llorar—no quise decirlo, te lo juro, no fue mi intención—dijo ella—Le voy a decir a Ariel que se vaya, pero volve a casa por favor—dijo ella y suspiraste—

-No…déjalo que se quede, yo…voy a volver, no pensaba irme, solamente…quiero estar solo, quiero pensar—dijiste y ella te interrumpio—

-pero, ¿Qué queres pensar? ¿me vas a dejar otra vez?—pregunto asustada. Suspiraste para luego sonreir, no ibas a hacerlo ni aunque te condenaran a muerte—

-No Pau…no lo voy a hacer, sobre mi cadáver voy a dejar que nos separen—dijiste y la escuchaste suspirar—

-voy a hablar con Ariel, de verdad mi amor…hablemos…perdoname—dijo ella—

-Mañana hablamos—dijiste—

-¿me lo prometes?—pregunto ella—

-si Pau…lo prometo—dijiste—

-te amo…los amo—dijo ella—

-Yo tambien…nos vemos—dijiste antes de cortar la llamada—






Una vez que cortaste la llamada te quedaste con la frente pegada a la ventana. Cuanto la amabas, y nada ni nadie iba a cambiar eso…Pensaste en la sorpresa que tenias para ella, y sonreíste.

Sabias perfectamente que la perdonarías, pero…te encantaba eso de que quisiera que volvieras. Un llanto te saco de tus pensamientos, rápidamente miraste hacia la cama, se habia despertado…casi que corriste hasta allí para tomarla en brazos. Ella se acurruco en tu cuello y si bien se calmo, seguía sollozando.






-¿Qué pasa mi amor? ¿Qué pasa?—dijiste mientras acariciabas su espaldita y comenzabas a caminar por el cuarto—¿extrañas a mami?—dijiste y dando golpecitos suaves en su espalda—¿tenes hambre mi vida? ¿hay que cambiar el pañal?—dijiste y por un momento te sentiste estúpido…como si te fuera a contestar, ¿no?...pero te gustaba hablarle. Te acercaste a la cama y la recostaste para ver que su pañal estuviera en condiciones, pero al parecer solo hizo pipi. Igual decidiste cambiárselo, esta vez, se te habia dado mejor que las ultimas, y hasta te estaba empezando a gustar—





Con ella en brazos, te dirigiste hacia el bolso y sacaste su mamadera. Paz se despertaba en la madrugada, y sabias que era para tomar la teta, pero ahora como Pau no estaba, decidiste preparar una mamadera. Gracias al cielo habia un microondas en la habitación, y calentaste la leche allí.

Luego te acostaste en la cama con ella, y te dispusiste a alimentarla, ella te miraba atentamente, sonreíste y ella lo hizo tambien, podrias comerla a besos incansablemente. La amabas con locura.

Una vez que hubo acabado con la mamadera, te encargaste de hacerle el provechito para luego acostarte con ella sobre tu pecho. Le tarareaste una canción mientras acariciabas su espaldita, y cuando la escuchaste hacer esos ruiditos con su boquita supiste que ya estaba dormida…

Agarraste el celular para sacarte una foto con ella y enviársela a Paula…Mensaje que contesto al instante con un corazón gigante y un “Los amo!!” en letras mayúsculas. Le respondiste de la misma manera y dejaste el celular a un lado.

Te costo dormirte, ¿y todo porque? Por quedarte embobado con Paz, nunca nadie te dio tanta calma…tanto amor, tanta paz…y ahora sabias perfectamente el porque de su nombre.




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Buenas!!!!! acá estoy, presente, cumpliendo con ustedes! les dejo el capitulo Ciento trece, que espero les guste y  mas todavia, que COMENTEN. es lo único que les pido.




Si hay MUCHOS, MUCHOS, MUCHOS comentarios, mañana tienen otro...pero solo si hay MUCHOS, y (con muchos  me refiero a mas de 10). Y CON NOMBRE DE TWITTER.



linda noche!!!! @PauliterBel.



Se va terminando...cinco capitulos como mucho...Comenten♥


viernes, 31 de julio de 2015

Capitulo 112




Pedro:



Por supuesto que la noche tuvo el cierre tan esperado…Ambos descansaban sobre la cama, abrazados, abrochados…intentando controlar su respiración, prometiéndose palabras de amor. 

  El estado en el que estabas era simplemente indescriptible. No podias dejar de mirarla, de adorarla con tus ojos, y es que todavía te costaba mucho trabajo creer que finalmente estaban juntos después de todo lo que había pasado... Porque si, habían pasado por muchas, pero el amor pudo con todo eso.


Acariciabas su espalda tan suavemente, para vos era como el cristal, había veces que temías romperla, ella era tu sueño, ella era tu muñeca de porcelana, ella lo era todo.








-¿en que pensas?—pregunto ella, rompiendo el silencio que reinaba en el cuarto—

-En vos—respondiste sin siquiera dudarlo. La miraste, ella sonrio…era la verdad, estabas pensando en ella y nada mas que en ella—

-¿si? ¿Qué cosa?—pregunto, mientras acariciaba tu pecho…esas caricias que te daban tanta paz—

-En cuanto te amo, y en la suerte que tengo de tenerte—dijiste y la sentiste reir—en lo feliz que quiero hacerte—dijiste—

-Yo tambien te amo…y lo haces, soy muy feliz—dijo ella, y la miraste. A veces pensabas en cuanto la hiciste sufrir, en cuantas promesas habias roto…pero tu amor por ella era tanto, que querias alejarla de cualquier dolor, aunque todo te saliera mal—

-Aunque no lo supe hacer bien…era lo único que buscaba y queria, amarte y hacerte feliz—dijiste soltando un suspiro, ella levanto su cabeza y se acerco para besarte—

-Te amo…te amo muchísimo—dijo pegando sus labios a los tuyos. Una vez que se separaron, te quedaste mirando sus ojos…construyendo su propia burbuja. Hasta que fue rota por el ruido del teléfono de Pau…tu corazón comenzó a latir pensando en tu hija. Paula atendió rápidamente—¿Hola?—la escuchaste decir, mirabas sus expresiones atentamente—Ah…Ari, ¿Cómo estas?—pregunto ella, mientras se separaba de tu abrazo y se sentaba en la cama…te tensaste a escuchar su nombre—¿Si? ¡que bueno!...pero, ¿sos boludo, como no te avivaste antes?—dijo ella riendo—¿estas en el aeropuerto todavía?—la escuchaste preguntar, y deseabas saber de que tanto hablaban, aunque claramente podias hacerte una idea, y era que estaba en el país—pero podes venir a casa, no tengo problema…Si, te paso la dirección por mensaje y te venis—dijo Paula y volviste a tensarte, ¿Cómo que venia a tu casa?—si gordo…te espero. Un beso—dijo ella, para luego cortar la llamada y levantarse de la cama—

-¿A dónde vas?—preguntaste—

-Voy a preparar el otro cuarto mi amor…va a venir Ariel, su mama justo viajo y no alcanzo a decirle que viajaba, y su papa no esta en el país—dijo ella, mientras caminaba hasta el vestidor para cambiarse—

-¿y no podia ir a un hotel?—preguntaste—

-No—dijo ella, mientras dejaba su ropa en la cama para comenzar a vestirse—

-Pero era nuestra noche Pau…pense que íbamos a estar juntos—dijiste y ella te miro—

-Yo tambien mi vida…pero no puedo dejar que vaya a un hotel—dijo ella y frunciste el ceño—

-¿Por qué no?...es grande, puede ir a otro lado, tenemos a nuestra bebe—dijiste—

-Es grande, ya se…de poder irse puede hacerlo, pero quiero que se quede aca. Me banco mucho Pedro…estuvo conmigo en todo mi embarazo, no me dejo sola…fue mi único apoyo, y quiero devolverle un poco todo lo que hizo por mi—dijo y sentiste como un puñal en el estomago. Sabias perfectamente que no habias estado durante su embarazo, y no te perdonarías nunca por ello…pero que te lo dijera era…duro—

-Puedo pagarle una habitación de hotel si quiere—dijiste—

-¿Qué tanto problema tenes?—pregunto ella, molesta—

-¿Qué problema tengo?, que los dos sabemos perfectamente lo que siente por vos—dijiste, y algo de eso tambien habia. Ariel estaba enamorado de Paula, estuvo en tu lugar por un tiempo, la cuido como vos no lo hiciste…pero no era necesario que lo trajera a su casa—

-Pedro...eso ya paso, ya fue—dijo ella. Y por un momento llegaste a pensar…que ellos en España, pudieron haber tenido algo. Ella estaba frágil, y no creías que Ariel fuera tan estúpido para no aprovecharse de eso para que Paula siquiera se fijara en el—

-No se si ya fue…pero estoy seguro que cuando estuviste sola con el, no desaprovecho oportunidad para estar cerca tuyo—dijiste y ella te miro, estaba seria—

-¿me estas diciendo enserio? ¡¡¿estas loco?!!—dijo elevando su voz—

-¡No estoy loco!...estoy diciendo lo que pienso. Habrá hecho todo cuanto pudo para que te fijaras en el—dijiste mientras te sentabas en la cama y comenzabas a vestirte tambien—

-¿Te estas escuchando?...estaba embarazada de un hombre que me dejo, y que no quiso saber nada de mi, ¿y pensas que tenia la cabeza para siquiera pensar en empezar otra relacion? ¡¿Qué pelotudez es esa?!...y si, tenes razon, hizo mucho, pero no para que me fijara en el, lo hizo para cuidarme, en ningún momento me dejo sola…en cambio vos—dijo y sentiste como si hubiera sido una cachetada. La miraste fijamente…ella hizo silencio—

-¿en cambio yo que?—preguntaste, ella te dio la espalda—¡¡¿yo que Paula?!!—dijiste levantando la voz— 

-¡en cambio vos me dejaste sola!—dijo gritándote al mismo tiempo que se daba la vuelta y te miraba con furia—

-Sabes perfectamente como pasaron las cosas…me encargue de explicártelo, solo quise cuidarte, alejarte del dolor—dijiste ¿y la escuchaste reir?—

-Alejándome del dolor y tirándome a un vacio total…¿Qué más dolor que ese?, alguien que te prometió amor eterno y termino dándote la espalda—dijo ella…tus ojos se humedecieron—

-Pensé que me habías perdonado…pero parece que me equivoque—dijiste y terminaste de vestirte. Tus ojos luchaban con soltar las lagrimas que venias conteniendo, pero ya lo harias, cuando estuvieras fuera de este lugar—





Saliste del cuarto sin decir palabra alguna… buscaste tu abrigo el cual lo dejaste tirado por ahí en el momento en que llegaron. Agarraste las llaves de tu auto y te dirigiste a la puerta.






-Pedro…-escuchaste a Pau llamarte, pero no te diste la vuelta—

-Voy a buscar a Paz a la casa de mama, mañana la traigo temprano….Nos vemos—dijiste, y saliste 
sin mas--




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 Buenas!!!!! acá estoy, presente, cumpliendo con ustedes! les dejo el capitulo Ciento doce, que espero les guste y  mas todavia, que COMENTEN. es lo único que les pido.




Si hay MUCHOS, MUCHOS, MUCHOS comentarios, mañana tienen otro...pero solo si hay MUCHOS, y (con muchos  me refiero a mas de 10). Y CON NOMBRE DE TWITTER.



linda noche!!!! @PauliterBel.


Comenten! no andan comentando=(.

jueves, 30 de julio de 2015

Capitulo 111






Hoy era sábado, un día tan esperado para vos, o bueno, para Pedro y para vos. 

Saldrían a cenar juntos, y solos por primera vez en mucho tiempo, si bien habían salido a cenar varias veces, nunca lo habían hecho sin Paz, y hoy, Anita se habia ofrecido a cuidarla, habían dudado muchísimo en hacerlo, nunca la habían dejado solita y hoy lo experimentarían… Por la tarde tu suegra habia pasado a buscar a tu hija y ahora mismo estabas arreglándote mientras esperabas a tu Romeo, quien por cierto…estaba trabajando mucho últimamente.

 Este último tiempo le habían tocado tiempos complicados, que lo  hacían llegar tarde por las noches…era por ese mismo motivo que te habia invitado a cenar, sentía que estaba descuidándote y la sola explicación te hizo sentir la mujer mas amada del mundo, lo amabas a cada minuto un poco mas.
Eran las 22:00 de la noche, Pedro aun no llegaba y vos  estabas terminando de maquillarte, suspiraste mientras mirabas el reloj una vez mas.


 Tu corazon comenzo a latir fuertemente, empezabas a preocuparte cuando escuchaste el ruido de la puerta…largaste un suspiro cuando viste a Pedro entrar al cuarto.








-Hola mi vida…perdón, hice lo mas rápido que pude—dijo el, abrazandote por la cintura y besando tu cuello—

-Ya estaba preocupándome…anda a bañarte que te preparo la ropa—dijiste y el volvió a besar tu 
cuello—

-estas preciosa…me voy a bañar—dijo y soltándote se dirigió al baño—







Pedro termino de bañarse rápidamente, y luego de que se vistiera, ambos salieron del departamento tomados de la mano. Sonreias ampliamente, sentias como si fuera la primera vez que saldrías con el, sentias las dichosas mariposas en la panza.

Camino al restaurante, tu amor tomaba tu mano y la besaba cada tanto, amabas ese gesto…te hacia sentir  única. Te sentiste otra vez…la misma Paula que iba con Pedro al club de la milanesa, la misma Paula que caminaba en pijamas por la calle hasta llegar a la casa de su novio.








-¿Y esa sonrisita?—escuchaste la voz de Pedro, alejaste esos pensamientos y lo miraste—

-¿Qué sonrisita?—preguntaste y el llevo tu mano a su boca para besarla otra vez—

-nada…me estaba acordando de las primeras veces que salíamos a comer juntos. Me siento asi, aunque extraño a la chanchita—dijiste y el te sonrio, tenia un brillito en sus ojos, y estabas segura de que ese mismo brillito lo tenias vos al mirarlo a el, al pensar en el…--

-¿Si?...¿extrañas esas épocas?—pregunto el y reíste—

-No te voy a negar que extraño esos días, pero este presente no lo cambio por nada—dijiste segura, porque asi era, esa era la verdad. No cambiarias a tu familia por nada—

-Yo tambien extraño…algunas cosas, pero el dormir juntos y no tener que trepar el árbol para hacerlo no se compara con nada—dijo el y rieron juntos—¿sabes lo que extraño enserio?—te pregunto mientras se detenían en un semáforo—

-¿Qué cosa?—preguntaste sonriendo—

-tus cartitas…las que me escribías en el colegio, las tengo por todo mi escritorio—dijo el y reíste—

-sos un tarado—dijiste—y mira que era la persona mas anti amor del mundo…no se que me hiciste—dijiste encogiéndote de hombros—

-Me robe tu corazon—dijo el tirándote un beso y siguiendo con su camino—







Una vez que llegaron al restaurante que el habia reservado para esa noche, ambos se sentaron frente sonriéndose como dos estúpidos enamorados, y es que asi era. Lo estaban completamente.








-¿Cómo estuvo tu dia hoy?—pregunto el—

-Como siempre…despues de las clases, fui a hacer el curso que te dije, aunque ya tengo el titulo de 
bailarina, este me sirve para que algún dia pueda poner mi propio estudio—dijiste y el asintió sonriendo—¿Qué pasa que me miras asi?—preguntaste, el lograba ponerte nerviosa todavía—

-Nada…sos la mas hermosa del mundo—dijo el haciéndote reir, el tambien lo hizo—

-Loquito—dijiste tirándole un beso—¿para que me trajiste aca?—preguntaste y el te miro—

-¿no te puedo invitar a cenar ahora? ¿no queres estar a solas conmigo?—pregunto el, haciéndose el ofendido, vos reíste—

-sabes que te estoy jodiendo amor...¿que vamos a comer?—preguntaste y el solto una carcajada tirando su cabeza hacia atrás. Amabas su risa…lo amabas a el—

-Tu lado gordito siempre presente—dijo el y le sacaste la lengua—

-¿para eso me trajiste? ¿para decirme gordita?—dijiste y el te sonrio—

-te traje para que hablemos de los hermanitos de Paz—dijo el y quien solto la carcajada esta vez fuiste vos—

-estas loco si pensas embarazarme otra vez—dijiste y el te miro—

-¿asi llamas a nuestras demostraciones de amor?—pregunto exagerando y reíste—

-cortala…no, no quiero—dijiste—

-¿no queres mas pepitas o pepitos?—pregunto el, haciendo pucherito—

-No, tengo suficiente con dos…deja de hablar al pedo y pedi la comida—dijiste y el rio—

-Esta noche vas a ver como cambias de opinión—dijo el, guiñándote un ojo, vos reíste ante sus armas de “seducción”—

-¡Pedro!...basta—dijiste—

-eso no lo decis cuando…—dijo y estuviste a punto de decirle algo cuando llego el mozo, vos estabas roja como un tomate, pero era porque tu amor no dejaba de decir boludeces. El te guiño un ojo—






Cenaron entre risas y recuerdos…recuerdos que los hizo sonrojar mas de una vez, recuerdos que los hicieron reir…recuerdos que los hicieron enamorar aún más.

Esa noche prometía mucho, si bien se tomaron su tiempo para cenar…ambos sabían lo que pasaría luego, y estaban esperándolo con ansias.  Estarían solitos y podrían disfrutar de su amor libremente. 

Y cuando decidieron volver a casa…en el auto.









-¿puedo decirte algo?—pregunto el mirándote mientras sonreia—te juro que estoy callándomelo desde hace unos días, pero no quiero que te asustes—dijo el, y tu corazón comenzó a latir otra vez. Le sonreíste…se miraban pícaramente--

-¿Qué pasa?—preguntaste…querias saber que era lo que seguía. Pero sabias por donde venia la mano…recordabas aquel dia como di hubiera sido ayer. Decidiste seguirle el juego--

-bueno…como ya sabes y te lo dije infinidades de veces…me encantas—dijo el, y bajaste la mirada mientras reias. Lo escuchaste suspirar y…—quiero estar a solas con vos—dijo y lo miraste. El te sonrio y solo hiciste silencio—¿me fui al carajo?...perdon, no te quise poner incomoda—dijo y mordiste tu labio al recordar el dia en el que tuvieron su primera vez—

-No…no me pusiste incomoda, tranquilo—dijiste, haciéndote la timida, el apretó tu mano—

-yo se que capaz pensas que ya tuvimos momentos a solas…pero lo que te quiero decir es que—hizo una pausa y al mirarse con complicidad, rieron los dos—

-No aclares que oscurece…no soy estúpida Pepe—dijiste y rieron nuevamente—

-¿puedo llevarte a casa?—pregunto el y sonreíste—

-Si podes…quiero que lo hagas—dijiste saliéndote de tu papel. Y acercándote para besarlo—quiero que me hagas sentir mujer—dijiste cerca de sus labios. Y el dejo de respirar, estuviste a punto de reir
—hoy solo estamos vos y yo—dijiste susurrando, y sin esperar un segundo mas, encendio el auto—



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 Buenas!!!!! acá estoy, presente, cumpliendo con ustedes! les dejo el capitulo Ciento once, que espero les guste y  mas todavia, que COMENTEN. es lo único que les pido.




Si hay MUCHOS, MUCHOS, MUCHOS comentarios, mañana tienen otro...pero solo si hay MUCHOS, y (con muchos  me refiero a mas de 10). Y CON NOMBRE DE TWITTER.


linda noche!!!! @PauliterBel.