Capitulo 97

-Si—respondiste y el enarco sus cejas sorprendido—

-¿es Ariel?—pregunto de nuevo, y las ganas de decirle que si eran muchas, pero no podias seguir mintiendo, y tampoco era justo que usaras a Ariel. Pedro podia irse a la mierda, el te abandono, era el colmo que viniera hasta aca y hacerte esta catarata de preguntas—

-No…es una chica, se llama Paz—le dijiste con una sonrisa orgullosa. No era mentira, Paz era la única en tu vida, solo que omitiste la parte de que era tu hija…su hija—

-¿sos…sos lesbiana?—tartamudeo y estuviste a punto de reir a carcajadas. Se puso palido de repente y te miraba con los ojos muy abiertos--

-No es eso…y tampoco tengo porque contestar tus preguntas. Vos fuiste quien me dejo, vos me alejaste, me pediste que siguiera con mi vida y asi lo hice. Tengo una nueva vida y no te necesito en ella, no te quiero en mi vida, ¿Cómo podría querer a un hombre que sale corriendo?, no puedo porque como te habras dado cuenta yo no era, ni soy igual que como fue Valeria. Yo no me sente a esperar por vos…yo segui a pesar de eso—dijiste con tu voz temblorosa—

-Paula…por favor escúchame—suplico mientras te seguía, porque te habias librado de su “encierro”, y ahora caminabas hacia la entrada. Abriste la puerta invitándolo a salir—

-¡no voy a escucharte!, tuviste mucho tiempo para eso—dijiste y una lagrima se derramo por tu mejilla, la secaste rápidamente antes de que el lo hiciera—yo hubiera hecho todo por vos, pero vos me abandonaste, como todos siempre lo hacían…Lo hiciste por salvarme, pero la realidad Pedro es que lo hiciste por vos, no por mi. No querias a otra mujer que pudiera matarse a penas la dejaras, pero ¡sorpresa!, yo nunca intente hacerlo, y no lo hice cuando te fuiste. Lamentablemente te diste cuenta muy tarde de que yo no era Valeria—dijiste con dolor, y el suspiro—

-Tenes razon—dijo con sus ojos húmedos, y ¡dios!, como te dolia verlo asi—yo no confie en vos, ese fue el peor error de mi vida. Solo que…todo este tiempo sin vos fue un infierno, hice cosas que el viejo Pedro jamas hubiera hecho. Me torture y me culpe tantas veces , que no merezco que me perdones, pero, dicen que soñar no cuesta nada. ¿no?—dijo y asentiste sin poder hablar, tenias un nudo enorme en la garganta—Siempre te voy a amar Paula, eso no va a cambiar ni ahora ni nunca, y se que no tenemos un final feliz, pero si pudieras perdonarme y dejar de mirarme como lo estas haciendo ahora, vas a hacer que mi vida sea mejor—dijo el, y ni siquiera pudiste despegar la vista del suelo para mirarlo—

-Por favor…ándate—le pediste suavemente. El solo asintió, pero entonces, cuando estaba a punto de cruzar el umbral de la puerta, Paz lloro con todas las fuerzas que sus pulmones tan chiquitos le permitían haciendo que Pedro se detuviera. Paz volvió a llorar y el te miro. Viste las preguntas en sus ojos—

-¿es…eso es un bebe?—pregunto un poco confundido.

Ahora si estabas en problemas.

No pudiste decir nada, y verdaderamente, ¿Cómo podias decirle a Pedro que tenia una hija de la cual nunca le habias hablado?, aunque era su culpa que el nunca te contesto y simplemente se fue, no hacia que el decirle fuera mas fácil. 

Hubieras querido tener mas tiempo, poder detenerte y pensar en que decirle, pero no podias explicarlo en realidad.

Pedro espero tu respuesta,  pero solo te quedaste de pie mirándolo mientras Paz seguía llorando. 

La tensión se sentía en el aire y no estabas segura de si decirle o no. Pedro tomo la decisión, y entro al departamento nuevamente caminando hacia donde provenían los llantos que escuchaba. 

Cerraste la puerta y lo seguiste rápidamente, tu corazón quería salirse de tu pecho y tus piernas no dejaban de temblar. Cuando llego al cuarto de tu bebe se detuvo frente a la cuna, Paz estaba sentadita, llorando, su pijama rosa hacían resaltar sus ojitos verdes. Pedro no pudo dejar de mirarla.

 En silencio la agarro, ella seguía llorando pero se habia calmado un poco; el parecido era notable y Paz metio su carita en el cuello de Pedro…inevitablemente tus ojos se llenaron de lagrimas, tenias que admitir que eran hermosos juntos.

Caminaste hasta el y agarraste a Paz, ella inmediatamente se calmo. Limpiaste sus lagrimitas y miraste a Pedro, el parecía confundido, pero entonces…tu bebita lo miro directamente y no hubo mas confusión en su mirada. Sus ojos se llenaron de lagrimas cuando te miro…

-es mia—dijo en un susurro—esa bebe es mi hija—dijo. Y debiste suponer que el parecido iba a ser demasiado obvio para el—

-Pedro…yo—alcanzaste a decir antes de que el te interrumpiera—

-¡¿Cómo pudiste ocultármelo?!—no tuviste el valor para responder—¡contestame Paula! ¡tengo una hija!—dijo elevando su voz, estaba enojado, y eso te molesto. El no tenia derecho, el era quien se habia ido—

-No te lo oculte…te llame y nunca contestaste ni me devolviste las llamadas. Solamente desapareciste, asi que no me vengas con reproches, si no conoces a tu hija, el único culpable sos vos. No me jodas con esto, tampoco tenes que hacerte cargo de Paz, yo pude sola todo este tiempo y puedo ahora—dijiste y el dio un paso cerca tuyo, no te moviste, sabias que no te haría nada por mas enojado que estuviera y menos con su hija en tus brazos. Sin embargo su mirada estaba puesta en vos, estaba ofendido y dolido, pero si de alguien era la culpa, era de el. pasaste por mucho cuando se fue, era hora de que el tambien tuviera que hacerlo.

-Pudiste llamar a mi mama, a Martin, o a Greta para que se lo dijera a el.  No lo hiciste, si de verdad hubieras querido que supiera de mi hija, hubieses hecho mas que una puta llamada—dijo el—

-¡Andate a la mierda Pedro! Yo no tenia porque buscarte, estaba mejor sin vos—gritaste, sabiendo que era mentira,  pero estabas tan enojada—

-¡Perdon por abandonarte! ¡pero no me merezco el infierno por eso y lo sabes!...¡si hubiera sabido de la existencia de un bebe jamas me hubiese ido! Vos mas que nadie lo sabes—grito de vuelta haciendo que Paz se pusiera a llorar por los gritos. Rapidamente te arrepentiste de que esto se te fuera de las manos…tu hija no necesitaba esto. Respiraste profundo y viste las ganas que Pedro tenia de tener a Paz en sus brazos, eso te calmo,  sabias que nadie podría amar mas a Paz que el—

-eso era lo que no queria. Yo queria que estuvieras conmigo por mi y no por obligación, pero nunca lo hiciste, cuando me buscaste fue demasiado tarde y ahora es tarde tambien—el suspiro y paso las manos por su cara—

-podes sacarme de tu vida Paula…pero de la vida e mi hija no…quiero que tenga mi apellido, quiero conocerla y compartir con ella todo lo que un padre puede. Y no vas a impedirlo, no es justo ni para ella ni para mi—dijo el—

-ya se…y no te voy a negar a Paz—viste su cuerpo relajarse—pero…--alcanzaste a decir y una voz te interrumpio—

-¿interrumpo?—pregunto Pilar desde la puerta, mirándolos casi tímidamente—

-No Gretu…pasa—dijo el y su voz fue dulce para ella. Como lo habia sido hace tiempo conmigo, reprimiste los celos sin sentido y le sonreíste—yo ya me iba—dijo besando la frente de Paz mirándote mientras lo hacia, evitaste mirarlo, sabias lo que pasaría si lo hacias, caerías en sus encantos—mañana vengo a ver a Paz—dijo antes de irse…y sin despedirse de vos--

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Buenas!!!!! acá estoy, presente, cumpliendo con ustedes! les dejo el capitulo Noventa y siete, que espero les guste y  mas todavia, que COMENTEN. es lo único que les pido.

Si hay MUCHOS, MUCHOS, MUCHOS comentarios, mañana tienen otro...pero solo si hay MUCHOS, y (con muchos  me refiero a mas de 10). Y CON NOMBRE DE TWITTER.

linda noche!!!! @PauliterBel.

OH MY!!! (COMENTEN COMENTEN COMENTEN).