sábado, 25 de julio de 2015

Capitulo 107




Paula:






Despertaste por la luz del sol que se filtraba por la ventana y que estaba empezando a molestarte. 


Refregaste tus ojos suavemente y miraste a tu lado para que tu rostro se ilumine. Sonreiste ampliamente al ver a tus amores durmiendo juntos, aun no sabias en que momento Paz habia ido a parar al pecho de su papa pero asi era y sentiste que estabas enamorándote un poco mas, de el, de ella…de los dos. Tomaste tu celular y sacaste una foto…segundos despues, esta se convirtió en fondo de pantalla.


Te levantaste suavemente y sin hacer ruido, cerraste las cortinas para que Pepe y Pepita no despertaran y  luego emprender camino  al baño y después a la cocina. Miraste el reloj, suspiraste, todavía no eran las siete y media. ¡Sol y la…!, pensaste adentro tuyo. Y ahora olvídate de poder volver a dormir.

Hoy era jueves, y el dia de ayer, habias hablado con Maria para conseguir algún trabajito dentro del estudio, podias dar clases tal vez…pero ya estabas cansada de no hacer nada. Sentiste unos brazos rodearte, y sonreíste.







-Buen dia—escuchaste y te diste la vuelta. Pedro estaba con los ojos cerrados aun, te acercaste a el y besaste su mejilla—

-Buen dia amor…¿Qué queres desayunar?—preguntaste y el solo te abrazo. Y te fue inevitable recordar lo mimoso que se ponía en las mañanas—

-a vos—dijo haciéndote reir—¿Por qué estas despierta tan temprano?—lo escuchaste preguntar—

-Me despertó el sol…y si, es re temprano, pero bueno…te acompaño en el desayuno—dijiste y el se separo para besar tus labios, vos tiraste su cabello hacia atrás—¿mucha fiaca?—preguntaste y el asintió—

-Si…y hoy no me salva nadie, trescientos pacientes literal—dijo bufando, y eso que todavía no habia llegado a la clínica. Reiste y volviste a besarlo—

-mmm pobrecito, anda a cambiarte que yo te preparo el café, te deje la ropa colgada sobre el ganchito de la puerta mi amor—dijiste y el te sonrio—no vayas a despertar a la chanchita—dijiste—

-desmayada esta—dijo sonriendo para luego darse la vuelta e irse—






Vos, por tu parte comenzaste con tu labor de preparar el desayuno. Hace tanto no lo preparabas para el, que hoy lo harias con mucho amor, hoy y los días que vinieran.

Una vez con todo listo sobre el desayunador, te dispusiste a dejar todo en orden mientras esperabas a Pedro, quien no tardó mucho en llegar.







-¿mermelada o dulce de leche?—preguntaste—

-dulce de leche amor—respondio el, mientras terminaba de abotonarse la camisa, mordiste tu labio inferior. El papa de tu hija era un verdadero bombon. Dejaste el dulce de leche sobre la mesa y te sentaste a tu lado para desayunar con el—¿Cómo viene tu dia hoy?—pregunto el—

-Ayer hable con Maria, no se si te conte—dijiste y lo viste asentir mientras ponía dulce de leche sobre la tostada—bueno…eso, le pregunte si podia ayudarla con algo ahí, dar clases, algo…o que me busque algo ahí en el estudio—dijiste y el te miro—

-Si es por la plata…no te preocupes, puedo hacerme cargo de las dos, puedo y quiero hacerlo—dijo el y negaste con la cabeza—

-quiero hacer algo—dijiste—

-¿no queres ser mi secretaria?—pregunto y casi que escupiste el trago de café que habias tomado, reíste ante su ocurrencia. El te fruncio el ceño—¿de que te reis?—pregunto, el, serio…ah, ¿era enserio?—

-No…nada, pero, ¿tu secretaria? ¿estas loco?—dijiste y el se encogio de hombros—

-¿Qué tiene?—dijo—

-Sabes perfectamente que nosotros juntos somos un desastre—dijiste sonriendo  y el tambien lo hizo. El era perfectamente consciente de eso, ustedes juntos….mmm, no—

-Pero no es necesario que trabajes—dijo el y mordiste tu labio inferior—

-Voy a hacerlo quieras o no…es necesario para mi—dijiste y el suspiro—

-Okey…terca—dijo el y le sacaste la lengua—

-¿volves para comer?—preguntaste y el te miro con sufrimiento—

-Ojala que si…de lo contrario voy a venir igual—dijo el y le tiraste un beso—las ganas que tengo de cucharear con las dos, pero bueno…hay que traer el pan a la casa—dijo haciéndote reir—

-tarado—dijiste—

-veni aca—dijo, poniéndose de costado y palmeándose las piernas. Vos sonriendo lo obedeciste y te sentaste sobre ellas—quiero que me des unos cuantos besos para arrancar mi dia—dijo haciendo trompita—

-trompita—dijiste besando sus labios—Ay, Clarita le regalo a Paz mi elefante trompita, el que estaba en mi cuarto, ¿te acordas?—dijiste y el sonrio asintiendo—

-Era una juguetería tu cuarto…¿y el pandita? ¿se lo regalaste?—pregunto el y negaste riendo—

-Ni loca…ese es mio—dijiste hacindolo reir—

-Ya sos grande…déjaselo a tu hija eso, además—dijo acercándose a tu oído—vos tenes tu propio elefante trompita—te susurro y automáticamente te levantaste de su regazo—

-¡Pedro!—dijiste mirándolo, y podias sentir como tu cara estaba ardiendo. El se rio con ganas—

-No te hagas la vergonzosa ahora—dijo—

-¡te vas! ¡te vas a trabajar! ¡Ya!—dijiste apuntando la puerta. Obviamente que seguías ruborizada y no entendias porque te ponías asi—

-loquita…ya me voy, dame un beso—dijo el, acercándose—

-No…por vivo te vas a quedar con las ganas—dijiste cruzándote de brazos. El bufo—

-Okey…me voy a buscar el celular y mi portafolio—dijo el y se fue al cuarto. Vos te quedaste ahí, paradita, tirándote aire con las manos. Solo Pedro podia lograr esto en vos. Pepe volvió a los pocos minutos y te miro con una sonrisa—

-¡te vas!—dijiste riendo y el dejo todo en el suelo para abrazarte por la cintura y besar tu menton—

-No me voy sin que me des un beso—dijo con la cabeza escondida en tu cuello—

-Sali…dale—dijiste, intentando moverte, pero te tenia totalmente atrapada entre sus brazos—

-No salgo nada…dame un beso—dijo besando tu cuello—

-Pedro, se te va a hacer tarde—dijiste—

-me importa un carajo….quiero un beso tuyo—dijo y reíste. El se separo y pego su frente a la tuya. vos sonreíste y lo besaste, rodeando su cuello con tus brazos—ahora si, mi dia va a ser excelente—dijo besando tu mejilla—

-que tengas lindo dia mi amor—dijiste y el volvió a besarte—

-Gracias brujita…cuídate, y cuida a mi princesa—dijo volviendo a abrazarte—

-Siempre—dijiste—

-Abríguense que esta fresquito—dijo el, mientras volvía a agarrar sus cosas—Te amo, y decile a Paz que la amo también—dirigiéndose a la puerta—

-Te amo—le gritaste antes de que saliera finalmente—





Suspiraste…hace tanto venias imaginándote situaciones como estas. Y lo lindo que era estar viviéndolas.





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Buenas!!!!! acá estoy, presente, cumpliendo con ustedes! les dejo el capitulo Ciento siete, que espero les guste y  mas todavia, que COMENTEN. es lo único que les pido.




Si hay MUCHOS, MUCHOS, MUCHOS comentarios, mañana tienen otro...pero solo si hay MUCHOS, y (con muchos  me refiero a mas de 10). Y CON NOMBRE DE TWITTER.


linda noche!!!! @PauliterBel.

10 comentarios: