martes, 28 de abril de 2015

Capitulo 27







Despertaste porque tenías un poco de frio, abriste los ojos y volviste a cerrarlos porque la luz del sol te daba directo en los ojos. 
Te los refregaste e intentaste acostumbrarte a la claridad del día. Y al ver a tu derecha, tu corazón dio un saltito, sonreíste, ahora entendías porque tenías frio. Pedro estaba enredado en las sabanas, y apenas tenías una parte de ellas, él dormía boca abajo pero tenía un brazo por encima de tu estómago. 

Lo miraste y pensaste cuan hermosa era la vista que tenías ahora mismo, la espalda de Pedro…esa espalda ancha que te llamaba para que la llenaras de besos…esa misma espalda, la cual tenía tus marcas de anoche grabadas en ella y reíste por lo bajo…sí que habías sido un poquito salvaje. 
Miraste el reloj que estaba en la mesa de luz, y este marcaba las 10:30 am.


Decidiste levantarte primero que nada, para arreglar tu aspecto, que de seguro era espantoso, y más por la mañana, eras un verdadero “cuco”. 

Te pusiste de pie y miraste a tu alrededor, intentando ubicar el baño y también tu ropa, y al no encontrarla, te pusiste su camisa, seguiste observando  hasta que viste una puerta dentro de la habitación, supusiste que debía ser allí, y adivinaste. Lo próximo que hiciste, fue mirarte al espejo e intentar arreglarte un poco.


Una vez que saliste del baño, volviste a la habitación para ver a Pedro, y volver a sonreír, seguía en la misma posición, y todo enredado en las sabanas. Saliste del cuarto y te dirigiste hasta la cocina, te sentías un poco desubicada al tocar cosas que no eran tuyas, pero si querías preparar un desayuno para los dos tendrías que hacerlo. 
Abriste la alacena y viste que solo había pan lactal dentro, lo sacaste afuera y buscaste algo de café, no sabías si le gustaba o no, pero, ¿a quién no le gusta el café?...por suerte tenia una tostadora y pusiste el pan lactal a tostar, para luego untarlas con mermelada, bueno…si es que tenia, porque si la heladera estaba tan vacia como la alacena, estarías perdida. Finalmente encontraste todo lo necesario, y cuando lo tuviste todo listo y en una bandeja, lo llevaste a la habitación, el seguía durmiendo, asi que dejaste la bandeja en la mesa de luz y te sentaste en la cama a su lado…tendrías que despertarlo de alguna manera, y decidiste mezclar tu tarea, con las ganas de llenar de besos su espalda.





-¿Pedro?—dijiste, mientras dejabas un beso en su omoplato derecho. El ni se movio—Pepe, despertate—dijiste cerca de su oído—

-mmm ¿Qué pasa?—lo escuchaste decir, casi en un susurro, y sonreíste—

-prepare el desayuno para los dos…¿te despertas?—dijiste y lo viste moverse para quedar boca arriba. Tragaste saliva, tu boca se seco y tus ojos casi se salieron de lugar…¡era hermoso!, y si, lo habias visto anoche, pero ahora lo estabas haciendo con mas detenimiento—

-¿Qué hora es Pau?—lo escuchaste preguntar y eso te trajo de nuevo a la realidad, y lo viste refregar sus ojos, mientras los musculos de sus brazos se tensaban un poquito, y rápidamente viajaste a la noche anterior, cuando sus brazos se tensaban mientras que….—

-once menos diez—dijiste y lo viste abrir los ojos por completo, para luego mirarte y sonreírte—

-Buen dia hermosa—dijo el, mientras se apoyaba en sus manos para sentarse. Otra vez te quedaste tildada mirando su pecho—Pau, mis ojos están aca arriba—lo escuchaste decir y automáticamente te pusiste roja como un tomate, el solto una pequeña risita y lo golpeaste en su brazo—¡hey!, en vez de golpearme podrias darme un beso de buenos días, ¿no te parece?—pregunto el, y sonreíste, para luego acercarte y besar su mejilla—

-buen dia…ahora si, a desayunar—dijiste y te levantaste para agarrar la bandeja, estabas a punto de apoyarla en la cama cuando notaste que estaba mirándote de arriba abajo—¿Qué pasa?—preguntaste ante su sonrisa—

-nada…solo que mi camisa te queda preciosa—dijo y le tiraste un beso con tus labios—¿Qué hiciste para desayunar?—pregunto el antes de que pudiera ver lo que habia en la bandeja—

-Tampoco esperes mucho, no tenes nada nene, ¿con que te alimentas?—preguntaste mientras lo escuchabas reir y dejabas la bandeja sobre sus piernas—

-es que casi nunca como acá,  todas mis comidas son en la clínica casi, y por ahí voy a comer con mi mama—dijo el, con una sonrisa, estabas comenzando a pensar que era el mimado de su mama—

-bueno…por eso, espero que te guste lo poco que habia—dijiste y volvió a reir—

-¿me das un beso?—pregunto el, y mordiste tu labio para luego acercarte a el, y dejar un beso en sus labios, lo sentiste sonreir y te apartaste—me encanta tenerte aca—dijo el, y besaste su mejilla, el agarro la taza de café y lo probo, al parecer no se habia enfriado y eso te gusto. Luego agarro una tostada y la comio como si fuera la última vez que probaría un bocado—

-¿teniamos hambre?—dijiste y el asintió sonriendo—

-ajam…perdi muchas energías anoche—dijo guiñándote un ojo. Vos agarraste tu taza y tomaste un sorbo de café, habían cuatro tostadas, de las cuales, el habia comido dos. Vos agarraste una y le diste un mordisco, el te miraba sonriendo mientras lo hacias. Masticaste lentamente mientras lo mirabas pícaramente—

-¿Qué pasa?—preguntaste—

-te quedo un poquito de mermelada ahí—dijo el, señalando tu boca—

-¿Dónde?—preguntaste, mientras llevabas tu mano a la boca—

-ahí, a ver déjame que yo te limpio—dijo el, quitándote la taza de las manos y dejándola en la bandeja junto con la tostada, para luego acercarse y pasar su dedo pulgar por la comisura de tus labios—no sale—dijo el, sonriendo—me parece que voy a tener que besarte—dijo el, sin dejarte reaccionar y plantando un beso en tus labios. Beso que pronto se convirtió en uno lleno de pasión, lleno de hambre pero del uno por el otro, hambre de sus cuerpos-





Abandono tus labios, para bajar la bandeja al suelo, y volver a atraparte entre sus brazos y besarte mas intensamente. 

Otra vez volvió a encenderse , ese mismo  fuego que sentías anoche. Esa sensación de quemazón. Ese sentimiento de deseo.  Tu corazón golpeando dentro tuyo, y las manos de él, volviéndose locas por tu cuerpo, sus labios acompañando a sus manos.

Otra vez lo dejaron ser…se dejaron ser uno como anoche. Se disfrutaron una vez mas…estabas volviéndote loca, solo querias sentirlo…solo querías ser suya. Querías que el fuera tuyo ; aunque sea por un rato querias sentirte como la protagonista de una novela…esa misma que encuentra el amor en un hombre como el que tenias encima tuyo… y ahí estabas, delirando en sus brazos. No pensabas con coherencia…estabas perdida en él. y no te importaba, te perderías en el cuantas veces te fueran posibles…porque amabas el contacto de tu piel con la suya, amabas su calor. Amabas su cercanía.

Sus cuerpos estaban sudorosos, y ambos estaban acostados frente a frente y sonriéndose…


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Buenas!!!!! acá estoy, presente, cumpliendo con ustedes! les dejo el capitulo Veintisiete, que espero les guste y  mas todavia, que COMENTEN. es lo único que les pido.



Si hay MUCHOS, MUCHOS, MUCHOS comentarios, mañana tienen otro...pero solo si hay MUCHOS, y (con muchos  me refiero a mas de 10). Y CON NOMBRE DE TWITTER.


linda noche!!!! @PauliterBel.



Cualquier cosilla>>   (PREGUNTEN QUE ME ABURRO)   >>>>  http://ask.fm/BeluPauliterr

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