Capitulo 10

Te mordías el labio tan fuerte, que no sabías como todavía no había sangrado.

-Perdón, perdón, perdón—repetiste reiteradas veces, al ver que Pedro, no se sacaba las manos de la cara-

-Tranquila…no pasó nada—dijo, por fin sacándose las manos de la cara y sacudiendo su cabeza—tenes mucha fuerza Pau—te dijo y soltó una pequeña risita. Vos sonreíste—pobre del que te haga enojar alguna vez—te dijo y esta vez reíste—

-¡ay! No fue para tanto—dijiste y el sonrio—

-Si, claro…por eso me duele tanto la nariz—te dijo y reíste—sentate Pau—te dijo y así lo hiciste—ahora, ¿me contas porque cambiaste las sesiones?...y lo mas curioso que llegaste una hora y media despues—te dijo riendo, mientras se sentaba frente a vos—

-ay, perdón , es que un profesor se la agarro conmigo y nada, tuve que quedarme castigada después del horario de salida…y lo cambie porque ya no soporto estar un día más sin hacer nada—le dijiste y el sonrió—

-se nota por tu cuerpo—te dijo, y vos sentiste tu cara arder, el se dio cuenta de lo que dijo y automáticamente comenzó a balbucear, llevándose la mano a la nuca—se nota…que sos deportista, eso quise decir—te dijo y solo pudiste bajar la mirada—perdón, no te quise incomodar—dijo el, un poco avergonzado—

-no, esta bien—dijiste—

-termino de pasar esto y sigo con vos, ¿si?, ¿me esperas?—pregunto y asentiste-

-si, tranquilo—dijiste y el te sonrio—

En el silencio que se formó segundos después, te dispusiste a observar todo y cada detalle de esa pequeña habitacion. 

Todo estaba en orden, papeles en montoncitos alineados. Biromes y lápices dentro de un lapicero, agenda y block de notas en un costadito.

 El escribía sobre una planilla y sonreíste, era tan lindo concentrado.  Seguiste observando los detalles  y miraste una vez más las cosas sobre el escritorio, te diste cuenta de que en un pequeño estante que tenia al lado de su escritorio, había marcos con fotos.

Sonreíste, había dos o tres con los que al parecer eran su familia. Una señora, dos mujeres, y un varón más chico que él,  o eso aparentaba, tal vez eran sus hermanos y su madre, te dijiste a vos misma. Tu corazón comenzó a latir fuertemente cuando unas fotos después…había una fotografía de Pedro junto a una mujer que no era ninguna de las dos que antes habías visto… ¿tenía novia?, fue la primer pregunta que se te vino a la cabeza, y en ese momento su voz te saco de tus pensamientos. Te atrapo mirando la foto y rápidamente bajaste la mirada.

-¿comenzamos?—pregunto él  y solamente asentiste-

Sin que él te lo dijera, te dirigiste detrás de las cortinas azules, para poder quitarte la chomba del colegio. 

Luego te acostaste boca abajo en la camilla y esperaste a que Pedro viniera para colocarte los parches de la máquina. En cuanto llego, te desabrocho el corpiño y te los puso sobre la espalda.

Cerraste los ojos y soltaste un suspiro, pateaste el recuerdo de la foto que habías visto . 

Aun no entendías porque, pero el causaba cosas extrañas en vos. 

Y decís extrañas, porque nunca las habías sentido…y lo que más raro te parecía, los nervios que iban en aumento cada vez que lo tenías cerca. 

La voz de Pedro te saco de tus pensamientos.

-¿te portaste mal?—lo escuchaste decir, y abriste los ojos, luego frunciste el ceño, el sonrio—

-¿Qué?—preguntaste—

-Si te portaste mal…digo, porque te dejaron castigada—dijo el, y luego sonreíste-

-Ah, eso…no, solo que, el profesor y yo nunca nos tragamos—dijiste y el puso una mirada de horror, que te hizo reir, el tambien lo hizo—no, quiero decir que no me cae bien, ni yo a el tampoco. 

Entonces cada vez que tiene oportunidad de mostrarme que tiene el poder, lo hace…como ahora, que estaba hablando con mi amiga y directamente me mando a la dirección—le dijiste y reíste para tus adentros. Esa no era la historia verdadera, pero no importa. Lo hiciste a propósito y tu jueguecito te salió mal—

-ah… malo el profe entonces—dijo el—

-malísimo—dijiste y lo escuchaste reír—¿crees que ya voy a poder volver a mi vida normal en estos días?—preguntaste—

-Yo creo que si…venís muy bien, ya no tenes signos de inflamación en la espalda—te dijo, y en ese momento comenzó a quitar los parches , para pasar al otro paso, los masajes. Sonreíste por dentro…sus manos estarían sobre tu espalda en unos minutos—

En poco tiempo sentiste sus manos viajando por toda la extensión de tu espalda, resbalándose por la crema que te había puesto, pero eso no te impedía sentir la enormidad de sus manos. 

De repente dejaste de sentirlo y cuando levantaste la vista, notaste que ya no estaba allí. Frunciste el ceño y lo buscaste con la mirada. Estaba detrás de las cortinas…podías ver su sombra. Tenia sus manos sobre su nuca…¿Qué habia pasado?

-¿Pedro?—lo llamaste—

-Pau, podes cambiarte…ya terminamos—te dijo—

 y volviste a sentirte confundida. No habían pasado los quince minutos, creías que con suerte habían pasado ocho. 

Pero solo elevaste tus hombros y comenzaste a abrocharte el corpiño. Y cuando estabas a punto de ponerte la remera del colegio, sentiste que se paró frente a vos.

Levantaste la vista y tu corazón comenzó a latir fuertemente ante la cercanía de ambos, el respiraba fuertemente y vos no entendías nada…o si. 

Se posiciono entre tus piernas  y te agarro de la cara para posar sus labios sobre los tuyos.

En ese momento, todo a tu alrededor dejo de existir. Solo la desesperación que demostraba ese beso. Notaste su lengua intentando entrar en tu boca, y alejaste todo pensamiento de resistencia. A los pocos segundos, tenías tus brazos enredados a su cuello, acariciando su cabello…y disfrutando de aquel beso, de su sabor… Habías besado a muchos chicos, pero ahí estaba la diferencia….él no era un chico. Él era todo un hombre. 

Sentías sus enormes manos, recorrer tu espalda con caricias, y agradeciste que el hubiera llegado antes de que te pusieras la remera, amabas sus manos sobre tu piel…aunque fuera profesionalmente, pero este no era el caso, estaban besándose como locos…casi desesperadamente ….

Y cuando habías comenzado a tomarle el gusto,  él se separo abruptamente, y respirando agitadamente.

-Perdon…perdón. ¡Me deje llevar!—te dijo, dando pasos hacia atrás, topándose con las cortinas, las cuales cayeron, provocando un gran ruido. El se encargo de levantar todo, estaba nervioso. Y sonreíste por dentro, ¿lo pusiste nervioso?—

-Perdoname…también me deje llevar—dijiste, aunque la verdad era que no lo sentias para nada-

-Nos vemos el miércoles Pau…que tengas lindo dia—te dijo y rápidamente salio del consultorio. 

Dejándote sola, toda nerviosa, en corpiño y seguramente que con los labios rojos e hinchados como consecuencia del beso desaforado de hace unos instantes—

Terminaste de cambiarte, y cuando ibas a salir, el volvió a entrar. Estaban parados uno frente al otro. 

Y le sonreíste.

-disculpame Pau…no sé qué me paso, estoy arrepentido—te dijo, y lo miraste—

-¿si?...porque la verdad es que yo no me arrepiento para nada—le dijiste, y mirando para otro lado, por el rabillo del ojo, pudiste notar que sus labios se curvaron hacia arriba—

-Lo que sea…pero no tendría que haber pasado—te dijo—

-No tendría que haber pasado, pero paso…y creo que no estas arrepentido para nada—le dijiste, descaradamente y sonriendo. El sonrio tambien esta vez—

-No, tenes razón…no me arrepiento—te dijo, y mordiste tu labio inferior—

-bueno…nos vemos el miércoles. Y que tengas lindo dia tambien—dijiste para acercarte, besar su mejilla, y salir del consultorio con una gran sonrisa-

Tu doctor te habia besado…y estabas contenta con ello.

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 Buenas!!!!! acá estoy, presente, cumpliendo con ustedes! les dejo el capitulo nueve , que espero les guste y  mas todavia, que COMENTEN. es lo único que les pido.

Si hay MUCHOS, MUCHOS, MUCHOS comentarios, mañana tienen otro...pero solo si hay MUCHOS, y (con muchos  me refiero a mas de 10). Y CON NOMBRE DE TWITTER.

linda noche!!!! @PauliterBel.