Más tarde, cuando terminaron de almorzar, se quedaron
charlando por un rato más.
Era lindo hacerlo con él, nunca habías hablado tanto
con un chico, de por si eras muy parlanchina, pero te diste cuenta que con él,
lo eras excesivamente, y al parecer no le molestaba…en ningún momento te
detuvo.
-¿queres ir a tomar un helado?—pregunto el, mordiste tu
labio. Amarias decir que si, pero no querias quedar como si fueras una gorda…y
la verdad era que si querias uno—
-No, gracias Pedro—dijiste, bajando la mirada, temiendo
reírte y que se diera cuenta de tu mentira—
-¿Qué? ¿Por qué no?—pregunto, ¡ay! ¿no se podia quedar solo
con la respuesta? ¿y ahora que excusa inventabas?, te preguntaste vos misma—
-Porque estoy llena—dijiste, ¡mentira Paula!—
-¿sabes que no te creo nada?—dijo el riendo y vos lo
miraste—
-¡es enserio!—le dijiste y el volvió a reir—
-No voy a pensar que sos gorda…porque no lo sos—dijo el, y
rápidamente volviste a mirarlo, ¿Cómo mierda lo supo?—
-No estaba pensando en eso—dijiste mirando hacia otro lado y
lo escuchaste reir otra vez—
-Si, claro…aceptame el helado si no es cierto entonces—dijo
el y mordiste tu labio…te la habia puesto dificil, si aceptabas seria porque te
impuso un desafio, te dijiste—o mejor no, yo tambien estoy lleno—dijo y abriste
los ojos-
-¿Qué? ¿no vamos a comer el helado?—preguntaste mirándola y
el comenzo a reir—
-¿no era que estabas llena?—dijo y volvió a reir, esta vez
te contagio—pisaste el palito hermosa—dijo el, y mordiste tu labio tratando de
no reir—
-Sos un tonto—dijiste riendo finalmente tambien—
-Obvio que vamos a ir…pero decime la verdad, ¿adivine tus
pensamientos?—pregunto el, y no pudiste evitar sonreir—
-Si, los adivinaste…pero se que capaz lo pensas y esta bien,
porque de hecho, admito que soy de comer como un hombre…pero, ¿Qué mas puedo
decir? ¡amo comer!—dijiste y el comenzo a reir—
-¡y me encanta que lo hagas!, hasta disfrute de verte comer,
¡dejaste el plato limpio!—te dijo y comenzaste a reir—
-La comida es mi debilidad…pero bueh—dijiste encogiéndote de
hombros—
-¿y asi comes siempre?—pregunto el, y vos sonreíste—
-¿la verdad? ¡no!...esto no es nada, pero estaba tratando
de ubicarme—dijiste—
-¿y a donde se va la comida? ¡no engordas un gramo!—dijo el
y sonreíste—
-ese es un motivo de odio entre mis amigas y yo—dijiste y lo
viste reir—
-¿si?...¡me imagino!—dijo el y reíste—bueno, ¿nos
vamos?—dijo el, y asentiste para que luego o veas llamar al mozo, quien al
instante trajo la cuenta, y rápidamente sacaste tu billetera de la mochila—
-¿Cuánto es?—preguntaste—
-no te importa—dijo el, sacando su billetera tambien—
-dejame pagar la mitad—dijiste y el negó con la cabeza-
-de ninguna manera, yo te invite—dijo el—
-¿y a mi que me importa?...comimos juntos, pero vine con la
intención de pagarme mi comida—dijiste y el te miro-
-¿ y a mi que me importa tu intención? Yo invite y yo voy a
pagar—lo escuchaste decir y estabas comenzando a indignarte. No eran nada como para que lo dejaras pagarte
las cosas, y no lo ibas a hacer—
-¿y a mi que me importa que hayas invitado?, yo acepte
venir, y aca estoy…¡y voy a pagar mi comida!—dijiste y el te miro—
-Paula dale…déjame invitarte—dijo el, y negaste con la
cabeza-
-¡no!—dijiste y en ese momento se acercó el mozo—Hola—te
dirigiste a el—quiero que me cobres aca las milanesas a la napolitana por
favor—dijiste pasándole dos billetes de cien—
-¡Paula no!—dijo Pedro, estirando la mano para que no le
pagaras al mozo, pero fue inútil—
-Dije que no, ¡y es no!—dijiste y lo escuchaste suspirar. El
mozo volvió con tu cambio, y Pedro pago su parte—
-¡sos imposible!—dijo el, logrando sacarte una sonrisa—
-Gracias—dijiste sonriéndole a el, logrando sacarle una
sonrisa tambien—
-¿me vas a dejar invitarte el helado?, o sino, no vamos
nada—le dijiste y volviste a encogerte de hombros—
-¿y? puedo llegar a mi casa y pedirme un kilo—le dijiste y
lo viste reir—
-Si, se que podes hacerlo, pero, ¿puedo invitarte un helado?
¿por favor?—pregunto el, poniendo
“TU” sonrisa de Pedro, la sonrisa a la que
habias categorizado como tuya, y solo tuya—
-veremos en el camino—dijiste haciéndolo reir, y riendo vos
tambien—
-¿Puedo convencerte entonces?—pregunto—
-depende de cuales sean tus armas de convicción—dijiste y lo
viste sonreir—
-entonces, voy a
invitarte ese helado—dijo el y volviste a sonreir—
-¿tan confiado estas?—preguntaste-
-Por supuesto que si—dijo el y mordiste tu labio inferior—
-okey, vamos entonces—dijiste y te pusiste de pie, para
caminar hasta la puerta, siendo seguida por el—
La heladería no estaba muy lejos de donde estaban, apenas
eran unas tres cuadras, por lo que decidieron caminarlas.
Pedro en el camino, se encargó de convencerte lo de la
invitación, que por supuesto terminaste aceptando.
Sus besos eran demasiado
irresistibles, y si no aceptabas, te amenazó con no darte ni un solo beso más,
y eso no iba a suceder, inmediatamente aceptaste.
Al final, termino comprándote un helado solo a vos, el no
quiso, por lo tanto, tenías un súper cucurucho en tus manos…y muchas ganas de
comerlo también. Se sentaron en unos sillones en la parte de afuera de la
heladería. Lo normal hubiera sido que el se sentara frente a vos en la mesa,
pero no, lo hizo a tu lado y no te molestaba, es mas, te gustaba…
-Sos muy linda—te dijo el, mientras llevabas una cucharita a
tu boca—
-Vos tambien—dijiste, mirándolo. El miraba tu boca, y le
sonreíste—¿queres?—preguntaste—
-¿me vas a convidar?—pregunto y reíste—
-Obvio—dijiste y tomaste la cucharita para llevarla hasta la
boca de el—
-gracias—le dijiste, y el se acerco para besar tu mejilla—
En cuanto terminaste tu helado, Pedro se encargó de llevarte
a tu casa. Y aunque no querias que se fuera, ambos se tomaron el tiempo para
despedirse.
Miles de millones de besos despues…
-¿puedo llamarte mañana?—pregunto el, besando tu mejilla-
-ajam, iba a llamarte yo, si no lo hacias—dijiste sacándole
una sonrisa—
-pero lo voy a hacer yo, y te aseguro que va a ser más
pronto de lo que te imaginas—dijo, volviendo a besar tus labios—
-Okey…espero tu llamada entonces…¡y me tengo que ir!—le
dijiste, volviendo a besarlo—
-esta bien…que tengas linda tarde…¡y cuidado con la
espalda!—te dijo el, y sonreíste—
-chau Pepe—te tomaste el atrevimiento de decirle, antes de
salir del auto y cerrar la puerta. Te encargaste de darle una excelente vista
de tu parte trasera. Sonreíste, estabas segura de que estaba mirándote-
Y si pensabas que ibas a volverlo loco a tu doctor, estabas
equivocada…¡el estaba volviéndote loca!
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Buenas!!!!! acá estoy, presente, cumpliendo con ustedes! les dejo el capitulo Dieciséis, que espero les guste y mas todavia, que COMENTEN. es lo único que les pido.
Si hay MUCHOS, MUCHOS, MUCHOS comentarios, mañana tienen otro...pero solo si hay MUCHOS, y (con muchos me refiero a mas de 10). Y CON NOMBRE DE TWITTER.
linda noche!!!! @PauliterBel.
Sualquier cosilla>> http://ask.fm/BeluPauliterr
En serio me encanta y me parece muy tierna la novela!
ResponderEliminarAyyyyyyyyyy, qué hermoso cap Belu, cada día me gusta más y más.
ResponderEliminarme super encanto besos espero el sig
ResponderEliminarSolo voy a decir.. Me encantaaaa!!!
ResponderEliminarme encanta la nove! segui subiendo!
ResponderEliminarMe encanto @paucypeterafc
ResponderEliminarRe lindo cappp!
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