jueves, 30 de abril de 2015

Capitulo 29





Al otro dia era lunes, o mejor dicho, hoy era lunes. Apenas estabas abriendo los ojos, no querias ir al colegio y Clara ya había venido a despertarte dos veces…no querías que hubiera una tercera, sabias que ahí habría agua de por medio.


Te levantaste muy  lentamente y comenzaste a cambiarte, para luego ordenar tus útiles y bajar, no querías volver a subir, tenías mucha fiaca de hacerlo.

 Clarita te pregunto cómo habías amanecido y estuviste a punto de meter la pata, pero rápidamente recordaste cual era el motivo de tu gastroenteritis….tu doctor.  Desayunaste algo liviano por insistencia de Clara y luego Oscar te llevo al colegio.


Bajaste del auto y sentías que tus piernas no funcionaban, estabas híper dormida. 

Caminaste lentamente hacia la entrada, hasta que escuchaste tu nombre…te diste la vuelta y te encontraste con la misma persona que no había querido abandonar tu cabeza. Sonreíste automáticamente, y miraste hacia la calle buscando el auto de Oscar, pero por suerte, este ya se había ido. ¡Punto a tu favor!.






-Buen dia hermosa—dijiste y te llevaste las manos a la cara—

-Buen dia…pero, ¡no me mires! ¡soy un cuco!—dijiste y lo escuchaste reir, que lindo sonido, y mas para ser primera hora de la mañana-

-¡Paula! No digas pavadas…dame un beso que a eso vine—dijo el, y lo sentiste acercarte a el con su brazo puesto en tu cintura—y a darte esto—dijo y te destapaste los ojos para ver que traía, era una rosa—

-¡gracias!—dijiste agarrándola y llevándotela a la nariz—

-ahora si…¿me das un beso?—dijo el, y lo viste sonreírte—

-damelo vos—dijiste y él se acercó para pegar sus labios a los tuyos. Beso que se fue tornando un poquito mas intenso a medida que pasaban los segundos—

-¡Paula Chaves! ¡deja de comer delante de los pobres!—escuchaste el grito de Pilar y automáticamente te separaste de Pedro, quien miraba en dirección a tu amiga—

-¡no grites!—dijiste, tomando a Pedro de la mano—

-¡voy a seguir gritando si no me presentas antes de ratearte del colegio!—dijo ella, en voz alta, y la fulminaste con la mirada—

-¡No me voy a ratear! ¡calmate!—dijiste y lo escuchaste a Pedro reir—Pepe, ella es Pilar, una de mis amigas—dijiste y el le paso la mano, para luego acercarse a besar su mejilla—

-Hola Pilar, un gusto—dijo el—

-Hola doc…¿te la llevas?—pregunto ella, y mordiste tu labio con fuerza, ibas a patearla lo mas fuerte que pudieras—

-en realidad, solo venía a saludarla…pero ahora que me lo decis—dijo el, con una sonrisa y mirándote—¿Queres irte conmigo?...te llevo a desayunar—dijo el--

-¿no tenes algún hermano por ahí?...que este igual de bueno que vos obvio, y que me compre comida—dijo Pilar y Pedro largo una carcajada, ya no te aguantaste mas, la golpeaste en el brazo haciéndola gritar—

-¡Raja de aca! ¡raja!—dijiste y ella estallo en risas—

-¡que agresiva sos!...¡mira ahí viene Ema!—grito ella—¡Ema! ¡mira! ¡el doctor de Paula!—Pedro volvió a reir y te abrazo, vos escondiste tu cara en su cuello—

-¿Dónde? ¡a ver!—dijo Ema, acercándose corriendo hacia ustedes, ella vivía a un par de cuadras, por lo que venia caminando—¡ay sos hermoso!—le dijo y Pedro volvió a reir. Tu vena estaba a punto de estallar. No estaban gustándote para nada los comentarios de tus amigas—Soy Ema, la amiga de Paula—dijo ella y notaste a Pedro moverse para saludarla—Paula, ¡saludame!—dijo ella y saliste de tu escondite para mirarlas a las dos—

-Hola—la saludaste  y ellas se sonrieron—

-¡Sos una pelotuda! ¿no ves que te lo estamos haciendo a propósito?—dijo Pilar riendo y Ema tambien—Pedro,  a este engendro le molesta que te digamos que sos lindo…por eso su cara de orto, no te asustes—dijo ella y Pedro volvió a reir—

-¡Pobrecita!—dijo el, y beso tu frente—

-¿te rateas?—pregunto Ema—

-no se—dijiste y miraste a Pedro—¿Vos no tenes que trabajar?—preguntaste—

-Si, pero puedo pasar los turnos para despues de tu horario de salida en el colegio—dijo el y sonreíste—

-¿podes?—preguntaste y el sonrió para luego besar tu mejilla-

-Obvio que si…me encantaría empezar mi dia con vos—dijo el, y mordiste tu labio inferior, para luego besarlo—

-ah son unos hijos de puta…mira Ema, están haciendo que los envidiemos—dijo Pilar y ustedes se separaron riendo—

-¡callense!...les juro que no sé de dónde sacan tantas energías a esta hora de la madrugada—dijiste y ellas sonrieron—

-Bueno…nosotras entramos, ¡cuidala doc!, acordate que hoy salimos a las doce gila—dijo Ema y ambas te saludaron para luego entrar—







Vos te quedaste allí parada en el mismo lugar y con Pedro tomando tu mano. El te miro y se acerco para darte un pequeño beso en tus labios.






-no pensaba que iba a pasar esto, pero…que suerte tuve, agradéceles a tus amigas por la idea. Gracias a ellas te voy a tener conmigo toda la mañana—dijo el para luego abrazarte—

-Dale…ahora les digo—dijiste poniendo tu cabeza en su pecho—

-asi que, ¿te pusiste celosa de Ema y Pilar?—dijo el y reíste—

-¿Qué? ¡no!—dijiste, obvio que si, estabas hirviendo de la bronca, pero no lo ibas a admitir frente a el—me lo hacen a propósito nada mas—dijiste—

-mmm, a mi me parecio que si—dijo el—

-te parecio mal—dijiste y lo escuchaste reir—

-¿ a donde te gustaría desayunar? ¿Starbucks? –dijo el, y tus ojos se iluminaron. Habias desayunado un te con galletas de arroz, o sea, asqueroso—

-¡si! ¡si! ¡porfi!—dijiste y el volvió a reir—

-vamos entonces…dame que te llevo la mochila—dijo el, quitándotela de los hombros-





Ay, esto era lo ultimo que hubieras esperado…Pedro yendo a darte los buenos días en persona, y llevándote a pasar la mañana con el, dejando a un lado su trabajo. ¡¿¡De donde había salido!?!..

De lo único que estabas segura, era de que…se venía una linda mañana.  Y con una hermosa compañía.


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Buenas!!!!! acá estoy, presente, cumpliendo con ustedes! les dejo el capitulo Veintinueve, que espero les guste y  mas todavia, que COMENTEN. es lo único que les pido.



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miércoles, 29 de abril de 2015

Capitulo 28




Horas más tarde, tuvieron que despedirse. Aunque ninguno de los dos quería, Clara y Oscar volverían para las 17:00 de la tarde, y lo más conveniente era que estuvieras en casa.

En el momento en que llegaste, todo se encontraba en silencio, ordenado y en su lugar, y en algún punto lo agradeciste. Subiste a tu habitación y te encontraste a tus tres amigas, durmiendo en tu cama, y lo mas gracioso de todo, que Luca estaba encima de ellas. Largaste una carcajada.





-¡Morzas de mierda! ¡salgan de mi cama! ¡ahora!—gritaste y el único que fue capaz de levantarse, fue Luca, y nada mas para saludarte y volver a subir a la cama. Reíste nuevamente y ellas tres comenzaron a moverse, tiraste una almohada y ellas te putearon—

-¡Paula deja de joder!—grito Ema, enojada, encima se enoja, pensaste riendo—

-¿Paula que hora es?—pregunto Greta—

-Van a ser las cuatro y media—dijiste y Pilar grito—

-¿Por qué nos despertas tan temprano enferma?...¿no te divertiste que venis llegando de madrugada?—pregunto ella riendo y reíste mas fuerte todavía. Perdidisima estaba-

-Uy, nena, no tenes idea—dijiste riendo todavía—¡son las cuatro y media de la tarde enferma!—repetiste su palabra y automáticamente se sento—

-ah, ¡sos una zorra hija de puta!—dijo ella, y todas rieron, a ella le importaba tu diversión—¡mira a la hora que volves!—dijo ella—

-¿viste?...me entretuvieron mucho—dijiste guiñándole un ojo—

-¡Paula Chaves! ¡ya nos contas todo! ¡ya!—dijo Ema, poniéndose de rodillas en la cama. Siendo acompañada por las otras dos, y Luca, que tambien las imito, te acercaste a el y besaste su cabeza—

-¿Qué quieren que les cuente?—dijiste y Greta te miraba—

-Paula…¿estuviste haciendo chanchadas?—dijo ella, provocando la risa de todas, ella sola podia preguntar esas cosas, teniendo en cuenta la hora en la que volviste—

-No, ¿Cómo vas a pensar eso?...fueron a los autitos chocadores Greta—dijo Pilar, haciéndolas estallar en risas—

-¡No seas forra! ¿yo que se?, capaz fueron a dormir—dijo ella,  y te acercaste para besar su mejilla, era tan inocente a veces—

-¿Qué onda el doc? ¿ta bueno?—dijo Ema guiñando un ojo y sonreíste—

-bueno es poco…fue la mejor noche de mi vida, ¡lejos!—dijiste y ellas sonrieron—

-pero, ¿ y como fue? ¡conta todo!—dijo Pilar—

-¿Y que queres que diga estúpida?...ademas…se lo dejo a su criterio, creo que con mi sonrisa ya tienen bastante respuesta—dijiste y fuiste golpeada por un almohadón—

-mmm hoy viene Clara, se va a poner contenta porque comiste toda la comida que te dejo—dijo Pilar y reíste—

-¿me saquearon la heladera?—preguntaste—

-¿Qué pregunta es esa?...venir a tu casa es sinónimo de saqueo de heladera—dijo Ema y todas rieron—

-Pero Pau…se cuidaron, ¿verdad? ¿te respeto?—pregunto Greta, ella y sus preguntas, rodaste los ojos—

-Greta, ¡callate! ¡deja de hablar al pedo!—dijo Ema empujándola y reíste—

-¡hey! ¡no seas mala!—dijiste—si Gretu, tranquila…no te preocupes—dijiste y llevaste tus manos a tu cintura—y ustedes, ¡ya me cambian las sabanas! ¡ya salen de mi cama!—dijiste y ellas volvieron a acostarse—

-No jodas…te salvamos la vida, porque Clara se canso de preguntar por vos, y en todas las veces que llamo estabas  en el baño y con gastroenteritis—dijo Pilar y abriste los ojos en forma de sorpresa—

-¿Qué? ¿Cuándo llamo? ¿Qué le dijeron? ¡ay!—dijiste  sacando tu celular, para ver si tenias algunas llamadas de Clara, y efectivamente si, las tenias, eran nueve y miles de mensajes—

-te estoy diciendo…que estabas descompuesta y Greta fue a llevarte al doctor—dijo Pilar—

-pero, ¿se lo creyo?—preguntaste-

-Ay nena, ¿con quienes crees que estas tratando? ¡obvio que si!—dijo Emma y te tiraste encima de ellas—

-Gracias—dijiste besando la mejilla de cada una—

-No…Sali, esto no te sale gratis—dijeron y reíste. Tendrías que haberlo supuesto—

-uy nenas…¿ningún tipo de solidaridad ustedes?—dijiste riendo—

-Nop…tenes que comprarnos comida toda esta semana en el colegio—dijeron y reíste, ¡que gordas de mierda!—o compartir tu comida, que eso ya es bastante complicado—

-Okey…les comparto, les comparto—dijiste levantándote de la cama—






Un rato despues, y luego de ordenar todo, bah…ordenar tu cuarto con las chicas. Clara y Oscar 
llegaron a la casa. Ella te recibió con un enorme abrazo, y por supuesto te pregunto bastante preocupada como te encontrabas de la gastroenteritis que te había dicho el doctor. Y sonreíste…si que fuiste al doctor,  pasaste la noche con el doctor mas hermoso del mundo.


Tus amigas se fueron después de merendar, y Clara y vos estaban en el patio, jugando con Luca y charlando de como les habia ido en su mini viaje. Vino muy contenta, amaba visitar a su familia…y en algún punto, te encantaría poder sentir esa alegría…esa alegría de saber que tenes una familia. 

Suerte que no te toco…






-Hable con tu papa ayer—dijo ella—me dijo que te llamo, pero le explique que habias ido al doctor—dijo ella, y si, habias visto la llamada perdida—

-¿si? ¿Qué dijo?—preguntaste mientras tirabas la pelota para que Luca la buscara—

-que viaja a Mexico mañana—dijo ella, y suspiraste. Viajes, otra vez—

-¿hasta cuando se queda?—preguntaste—

-No me dijo mi amor…sabes como es tu papa—dijo ella y asentiste. Si, lo sabias.






Mas tarde, y despues de tomar un poco de te con Clara, subiste a tu habitación dispuesta a dormir. 

Habias tenido un dia muy agitado, primero el viernes con la salida con tus amigas, y luego la noche con tu doctor…tenias pocas energías, pero estabas feliz, sonriente…sentias que nada podría arruinar este estado que habías logrado.

Aunque si, había una razón y era que el viernes era tu cumpleaños…era tu cumpleaños, y nuevamente, no sabías si tu papa lo iba a pasar con vos.  Pero no, no ibas a ponerte mal por eso…ya habias pasado por esa situación algunas veces aun asi estabas aca…

Tu celular sono…y la sonrisa volvió a ocupar tu rostro.





Gracias por tan increíble noche…imagino que debes estar durmiendo o a punto de hacerlo porque mañana tenes colegio, asi que te hablo para decirte que descanses y que sueñes conmigo…y que por supuesto, mañana te reserves para mi, porque muero por verte—






Sonreíste, tenias una razon nueva para hacerlo y era el…






Gracias Pepe, y si, estoy a punto de dormir, asi que tambien espero que tengas una linda noche y sueñes conmigo…¡obvio que mañana nos vemos! –enviaste y dejaste el celular a un lado. Ya despues arreglarían los detalles para verse…pero por ahora, querias recordar lo de anoche, y como se sentían sus manos viajando por tu cuerpo….y otra vez te sentiste arder. Tu doctor estaba convirtiéndose poco a poco en un golpe de calor…un golpe de calor que iba a dejarte noqueada.


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martes, 28 de abril de 2015

Capitulo 27







Despertaste porque tenías un poco de frio, abriste los ojos y volviste a cerrarlos porque la luz del sol te daba directo en los ojos. 
Te los refregaste e intentaste acostumbrarte a la claridad del día. Y al ver a tu derecha, tu corazón dio un saltito, sonreíste, ahora entendías porque tenías frio. Pedro estaba enredado en las sabanas, y apenas tenías una parte de ellas, él dormía boca abajo pero tenía un brazo por encima de tu estómago. 

Lo miraste y pensaste cuan hermosa era la vista que tenías ahora mismo, la espalda de Pedro…esa espalda ancha que te llamaba para que la llenaras de besos…esa misma espalda, la cual tenía tus marcas de anoche grabadas en ella y reíste por lo bajo…sí que habías sido un poquito salvaje. 
Miraste el reloj que estaba en la mesa de luz, y este marcaba las 10:30 am.


Decidiste levantarte primero que nada, para arreglar tu aspecto, que de seguro era espantoso, y más por la mañana, eras un verdadero “cuco”. 

Te pusiste de pie y miraste a tu alrededor, intentando ubicar el baño y también tu ropa, y al no encontrarla, te pusiste su camisa, seguiste observando  hasta que viste una puerta dentro de la habitación, supusiste que debía ser allí, y adivinaste. Lo próximo que hiciste, fue mirarte al espejo e intentar arreglarte un poco.


Una vez que saliste del baño, volviste a la habitación para ver a Pedro, y volver a sonreír, seguía en la misma posición, y todo enredado en las sabanas. Saliste del cuarto y te dirigiste hasta la cocina, te sentías un poco desubicada al tocar cosas que no eran tuyas, pero si querías preparar un desayuno para los dos tendrías que hacerlo. 
Abriste la alacena y viste que solo había pan lactal dentro, lo sacaste afuera y buscaste algo de café, no sabías si le gustaba o no, pero, ¿a quién no le gusta el café?...por suerte tenia una tostadora y pusiste el pan lactal a tostar, para luego untarlas con mermelada, bueno…si es que tenia, porque si la heladera estaba tan vacia como la alacena, estarías perdida. Finalmente encontraste todo lo necesario, y cuando lo tuviste todo listo y en una bandeja, lo llevaste a la habitación, el seguía durmiendo, asi que dejaste la bandeja en la mesa de luz y te sentaste en la cama a su lado…tendrías que despertarlo de alguna manera, y decidiste mezclar tu tarea, con las ganas de llenar de besos su espalda.





-¿Pedro?—dijiste, mientras dejabas un beso en su omoplato derecho. El ni se movio—Pepe, despertate—dijiste cerca de su oído—

-mmm ¿Qué pasa?—lo escuchaste decir, casi en un susurro, y sonreíste—

-prepare el desayuno para los dos…¿te despertas?—dijiste y lo viste moverse para quedar boca arriba. Tragaste saliva, tu boca se seco y tus ojos casi se salieron de lugar…¡era hermoso!, y si, lo habias visto anoche, pero ahora lo estabas haciendo con mas detenimiento—

-¿Qué hora es Pau?—lo escuchaste preguntar y eso te trajo de nuevo a la realidad, y lo viste refregar sus ojos, mientras los musculos de sus brazos se tensaban un poquito, y rápidamente viajaste a la noche anterior, cuando sus brazos se tensaban mientras que….—

-once menos diez—dijiste y lo viste abrir los ojos por completo, para luego mirarte y sonreírte—

-Buen dia hermosa—dijo el, mientras se apoyaba en sus manos para sentarse. Otra vez te quedaste tildada mirando su pecho—Pau, mis ojos están aca arriba—lo escuchaste decir y automáticamente te pusiste roja como un tomate, el solto una pequeña risita y lo golpeaste en su brazo—¡hey!, en vez de golpearme podrias darme un beso de buenos días, ¿no te parece?—pregunto el, y sonreíste, para luego acercarte y besar su mejilla—

-buen dia…ahora si, a desayunar—dijiste y te levantaste para agarrar la bandeja, estabas a punto de apoyarla en la cama cuando notaste que estaba mirándote de arriba abajo—¿Qué pasa?—preguntaste ante su sonrisa—

-nada…solo que mi camisa te queda preciosa—dijo y le tiraste un beso con tus labios—¿Qué hiciste para desayunar?—pregunto el antes de que pudiera ver lo que habia en la bandeja—

-Tampoco esperes mucho, no tenes nada nene, ¿con que te alimentas?—preguntaste mientras lo escuchabas reir y dejabas la bandeja sobre sus piernas—

-es que casi nunca como acá,  todas mis comidas son en la clínica casi, y por ahí voy a comer con mi mama—dijo el, con una sonrisa, estabas comenzando a pensar que era el mimado de su mama—

-bueno…por eso, espero que te guste lo poco que habia—dijiste y volvió a reir—

-¿me das un beso?—pregunto el, y mordiste tu labio para luego acercarte a el, y dejar un beso en sus labios, lo sentiste sonreir y te apartaste—me encanta tenerte aca—dijo el, y besaste su mejilla, el agarro la taza de café y lo probo, al parecer no se habia enfriado y eso te gusto. Luego agarro una tostada y la comio como si fuera la última vez que probaría un bocado—

-¿teniamos hambre?—dijiste y el asintió sonriendo—

-ajam…perdi muchas energías anoche—dijo guiñándote un ojo. Vos agarraste tu taza y tomaste un sorbo de café, habían cuatro tostadas, de las cuales, el habia comido dos. Vos agarraste una y le diste un mordisco, el te miraba sonriendo mientras lo hacias. Masticaste lentamente mientras lo mirabas pícaramente—

-¿Qué pasa?—preguntaste—

-te quedo un poquito de mermelada ahí—dijo el, señalando tu boca—

-¿Dónde?—preguntaste, mientras llevabas tu mano a la boca—

-ahí, a ver déjame que yo te limpio—dijo el, quitándote la taza de las manos y dejándola en la bandeja junto con la tostada, para luego acercarse y pasar su dedo pulgar por la comisura de tus labios—no sale—dijo el, sonriendo—me parece que voy a tener que besarte—dijo el, sin dejarte reaccionar y plantando un beso en tus labios. Beso que pronto se convirtió en uno lleno de pasión, lleno de hambre pero del uno por el otro, hambre de sus cuerpos-





Abandono tus labios, para bajar la bandeja al suelo, y volver a atraparte entre sus brazos y besarte mas intensamente. 

Otra vez volvió a encenderse , ese mismo  fuego que sentías anoche. Esa sensación de quemazón. Ese sentimiento de deseo.  Tu corazón golpeando dentro tuyo, y las manos de él, volviéndose locas por tu cuerpo, sus labios acompañando a sus manos.

Otra vez lo dejaron ser…se dejaron ser uno como anoche. Se disfrutaron una vez mas…estabas volviéndote loca, solo querias sentirlo…solo querías ser suya. Querías que el fuera tuyo ; aunque sea por un rato querias sentirte como la protagonista de una novela…esa misma que encuentra el amor en un hombre como el que tenias encima tuyo… y ahí estabas, delirando en sus brazos. No pensabas con coherencia…estabas perdida en él. y no te importaba, te perderías en el cuantas veces te fueran posibles…porque amabas el contacto de tu piel con la suya, amabas su calor. Amabas su cercanía.

Sus cuerpos estaban sudorosos, y ambos estaban acostados frente a frente y sonriéndose…


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lunes, 27 de abril de 2015

Capitulo 26





No eras capaz de pensar.

 Sentías sus manos recorrer tu cuerpo por encima de la ropa, estabas ardiendo, esa era la verdad.

 Y eras un incendio en persona cuando sentiste  sus manos recorrer tus piernas por debajo de tu pollera,  volviendo a subir hasta el cierre de esta, se separó de tus labios, para ponerse de rodillas, y quitártela por completo.


Tu piel se erizo y te sonrojaste al verlo mirarte atentamente, él sonreía, rápidamente volvió a  posar sus labios sobre los tuyos. 

Vos, por tu parte, comenzaste a desabrochar su camisa,  y luego quitársela de adentro del pantalón. 

Tus ojos estaban cerrados pero con tus manos, podías sentir su torso, duro y fuerte. 

Sus besos bajaron hacia tu cuello, y  obviamente tiraste la cabeza hacia atrás para darle más acceso, tus manos quitaron su camisa y recorrieron su espalda. El llevo las suyas hacia tu blusa, quitándotela también, y quedando en ropa interior bajo su atenta mirada. 

Otra vez sonrió, y le correspondiste la sonrisa. Tomo tu rostro y volvió a besarte…y si que lo besaste, lo hiciste casi con desesperación.



La ropa fue desapareciendo de a poco y estabas como dios te trajo al mundo, el te miraba, y vos también. Demás estaba decir que era el un Dios, era hermoso…más que como alguna vez te lo habías imaginado.






-Sos perfecta…perfecta Pau—dijo el, mirándote de arriba abajo y haciéndote sonrojar—

-vos tambien…perfecto sos—dijiste y volvió a besarte—






Estaban ahí, besándose como dos locos, desesperados y con intensidad.

 Tu corazón latía desbocado, y tu mente volaba, te sentias en el cielo…y eso que aún no había pasado nada. 

El estaba tomándose su tiempo, y si bien te encantaba que lo hiciera, sentías aquello como una real tortura, querias sentirlo…no tenías ninguna duda. El se separo de tus labios suavemente, y pego su frente a la tuya.






-¿estas segura?...si no lo estas, tenemos que parar—dijo el, en un susurro—

-No, no quiero parar…estoy segura—dijiste y llevaste tus manos hasta su cabello para poder despeinarlo y que el te sonria—

-No te imaginas lo mucho que estoy tratando de controlarme, estoy poniendo todo de mi…pero sos muy hermosa—dijo el, y sonreíste para besar su mejilla—

-No te controles…porque asi  haces que yo tambien pierda el control—dijiste y sonrio aun mas, para luego besarte-






Y que ese beso los llevara a la unión de sus cuerpos. Pocas veces te habías sentido asi, esto era algo único, algo que no podrías describir. Sus manos recorrían tu cuerpo entero, lo llenaba de caricias y besos y vos no te quedabas atrás, tus manos también recorrieron su cuerpo, no dejaste ni un centímetro de el sin tocar.


Y si creías que eso era todo, estabas muy equivocada, porque cuando todo comenzó a subir de tono, sus miradas se encontraron, y te viste perdida. Perdida en él, en su mirada. Su mirada te quemaba, tu cuerpo entero quemaba. Estaba haciéndote suya y vos estabas entregada a él.


Llegaron juntos a la cima. Y cayeron rendidos en la cama, primeramente el sobre vos, pero luego sintio que estaba aplastándote y cambio de posición, llevándote con el, ahora estabas sobre su pecho, y el estaba tratando de normalizar su respiración, al igual que vos.






-¿Estas bien Pau?—pregunto el—

-Si Pepe…perfecta—dijiste, levantando la mirada para verlo, el sonrio—¿y vos? ¿estas bien?—preguntaste—

-perfecto…mas perfecto que nunca—dijo el, besando tu frente y cerraste los ojos ante ese gesto tan dulce. De repente giro en la cama, y volviste a quedar debajo de su cuerpo, el sonreía—¿te quedas a dormir conmigo?—pregunto el, y rodeaste su cuello con tus brazos—

-me encantaría—dijiste y el beso tu mejilla—

-sos tan hermosa…tan—dijo el—agradezco a Dios por haberte llevado a mi consultorio—dijo el y reíste, era tan chamullero a veces—

-chamullero—dijiste todavía riendo—

-¡hey! Nada me crees—dijo el, riendo tambien, y escondiendo su rostro en tu cuello—






De la nada el comenzó a hacerte cosquillas, las odiabas, y ya no podías respirar, estabas riéndote como esquizofrénica pero no parecía querer detenerse. Le pedias que se detuviera, pero no queria, reia con vos, y seguía con las odiosas cosquillas.






-que linda risa tenes—dijo el, comenzando a detenerse—

-basta…basta—dijiste respirando pesadamente—

-¿tenes sueñito?—pregunto el—

-un poquito…¿vos?—preguntaste y el beso tu mejilla—

-tambien…¿dormimos?, me imagine tantas veces durmiendo abrazadito a vos, y ahora lo puedo hacer realidad, y no quiero esperar—dijo el, y sonreíste ampliamente—

-a mi tambien me gustaría dormir abrazadita a vos—dijiste y pronto rodeaste su cuerpo con tus brazos y piernas. Y ya podias confirmarlo, te encantaba sentir el contacto de su piel con la tuya, su calor…su olor. Ese olor a hombre que tenia y con el que te sabrías perdida—

-Gracias por esta noche tan linda—dijo el, cerca de tu oído, y te estremeciste por completo—

-gracias a vos…fue una noche hermosa—dijiste tambien y el te beso—

-¿sera posible que no pueda dejar de besarte?—dijo y beso tus labios unas tres veces. Vos reíste—

-mmm si, es posible, es mas, te entiendo…quiero besarte todo el tiempo—dijiste y el volvió a besarte. Esta vez, mas que un beso, fue un chape… fuerte e intenso-






Él se acomodó en la cama, y volvió a acercarte a el. tu cabeza fue directamente hacia su pecho, mas precisamente, justo encima de su corazón, que latia a un ritmo suave y constante que te relajaba.

Tiempo despues, la respiración de Pedro se hizo pausada, y levantaste la vista para ver si estaba dormido, y si, lo estaba. 

Sonreíste, era aun mas lindo dormido…su cara transmitía paz y sus facciones tan relajadas, hacían que te gustara aun mas. Suspiraste…y rápidamente tu mente comenzo a maquinar, esto no era nada, no significaba nada…era por calentura, los dos estaban muertos de deseo por el otro, eso fue todo Paula…aunque a vos, te hubiera parecido todo lo contrario…su mirada estaba cargada de deseo, pero habia algo mas…o quizás solo era tu imaginación.

Cerraste tus ojos, y decidiste dejar de pensar…ambos eran conscientes de sus actos, y sabían perfectamente lo que habia pasado…una noche de lujuria, nada mas…para calmar sus ganas, y las tuyas.




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domingo, 26 de abril de 2015

Capitulo 25






Él te miraba atentamente, tratando de descifrar el porqué de tu sonrisa…





-¿Me fui al carajo?, discúlpame, soy un boludo, perdón perdón—dijo el y reíste—

-No, tranquilo, no pasa nada—dijiste sonriendo y lo miraste—yo también quiero estar a solas con vos—dijiste y rápidamente bajaste la mirada, enseguida sentiste su mano agarrar la tuya. Levantaste la mirada y él estaba sonriéndote—

-perdón si te puse incomoda…me salió así—dijo el y reíste—

-no me pusiste incomoda—sí, eso era verdad, no te había puesto incomoda pero te puso nerviosa, que eso era tres veces peor que la incomodidad—

-y se que capaz pensas que ya tuvimos momentos a solas…y eso salta a la vista, pero lo que quiero decir es que—dijo y se detuvo llevándose la mano a la nuca y comenzaste a reir. No era el único nervioso—

-Pedro…no aclares que oscurece—dijiste riendo, contagiándolo a el también—se a lo que te referis, no soy estúpida—dijiste y el beso tu mano para luego sonreírte—

-bueno, ¿Qué se yo?—dijo él y rieron los dos. El volvió a llevar su mano a su nuca para rascársela—

-¿Qué pasa hey?...no muerdo—dijiste y el te miro sonriendo—

-es que…quiero preguntarte si—hizo una pausa—si puedo llevarte—volvio a hacer una pausa—

-¿si podes llevarme a tu casa?—terminaste la pregunta por el y solto un suspiro exagerado—

-si, si…eso—dijo el y comenzaron a reir—

-muy patéticos los dos, ¿no?—dijiste y el rio—

-mal…pero bueno, nos entendemos—dijo el, sonriendo y quisiste morir con esa sonrisa, TU sonrisa de Pedro—

-claro—dijiste y tu corazón comenzó a latir al pensar en lo que se venia…porque era obvio, te hizo la pregunta directamente y respondiste que si-








Arranco el auto, y tomo tu mano. Acariciaba tus nudillos cada vez que podia, y ese gesto, aunque no fuera de mucho, te tranquilizaba un poco. No tenías miedo, para nada, sabias que sería incapaz de hacerte daño, y además…pudiste llegar a conocerlo un poco, y ese poco te bastaba para saber que estabas segura con el.

En ningún momento soltó tu mano, y eso no cambio hasta que llegaron a un edificio, en el que suponías estaba su departamento y llevo su mano a tu cintura para guiarte hasta el interior, en el hall, lugar donde volvió a tomar tu mano para llevarte hasta el ascensor.

El aire se comprimió en ese espacio tan minúsculo. Tu pulso estaba acelerado, y este aumentaba cada vez que tu cabeza emitía imágenes de lo que pasaría en un rato. Reprimiste una sonrisa, ¿sería tan lindo sin ropa?, reíste por dentro, ¿Qué cosas pensas Paula?...eras una pervertida, pero, con semejante macho al lado, imposible no hacerlo. Aprovechaste ese pequeño viajecito hasta su piso, para avisarles a tus amigas que estabas bien y que posiblemente no llegarías a dormir.

En cuanto llegaron, Pedro abrio la puerta del departamento y dejo que pasaras primero, lo que te dio lugar a investigar cada rincón con la mirada. Recordaste la foto de su consultorio, ¿ y si tenia mas aca?, te preguntaste y en ese momento, el encendió las luces del lugar, y ahí fue cuando miraste hacia tu alrededor buscando algo…pero nada…todas de él y su familia.








-¿queres tomar algo?—escuchaste la voz de Pedro, y saliste de tus pensamientos—

-No Pepe, gracias—dijiste y él te sonrió. Para luego caminar la poca distancia que los separaba. Sentiste escalofríos al sentir su cercanía—

-¿te dije que estas hermosa?—pregunto el, sonriéndote para luego besar tu mejilla—

-si, unas cuantas veces—dijiste sonriéndole tambien—

-bueno, no importa…pero estas hermosa, preciosa—dijo el, y tiraste la cabeza hacia atrás para reír—

-chamullero—le dijiste riendo todavía, y lo sentiste besar tu cuello—

-no soy chamullero…digo la verdad—lo escuchaste decir, para luego volver a sentir sus labios en tu cuello—







Cerraste los ojos con fuerza…ya no había marcha atrás. Y tampoco querías dar marcha atrás, apenas estaba besando tu cuello y estabas disfrutándolo. 

Te dijiste a vos misma que debías calmarte, estabas un poco nerviosa, pero, ¿Qué podías hacer?, ya estabas entre sus brazos, y no tenias posibilidades de escapar…sonreíste al sentir su lengua entre el punto de tu oreja y tu cuello…No querías escapar.





Sus besos llegaron hasta tu boca, donde se desato el más profundo e intenso de todos. El beso que sería el gran disparador de la noche, el comienzo de esta noche. Lo besaste con la misma ferocidad que él, querías demostrarle que podías ser una mujer…que podías ser capaz de pasar una noche con un hombre, que serias capaz de pasar la noche con él.  Le demostrarías que no eras ninguna nena.

Rodeaste su cuello con tus brazos e intensificaron el beso, el cual se volvió más salvaje con el paso de los segundos.  Se separó de vos unos pocos centímetros, y volvió a bajar con su boca hacia tu cuello, dejando un camino de besos húmedos, hasta tu pecho, sentías su respiración agitada…vos estabas igual.

 Volvió a subir y te apretó contra su cuerpo, beso tus labios y sentiste sus manos que estaban en tu cintura bajar hasta el final de tu pollera y levantarla con caricias hasta poder agarrarte por los muslos y rodear su cintura con tus piernas. Volvió a besarte de manera desesperada, y lo sentiste caminar.


Poco tiempo después, te sentiste caer sobre la cama. Y abriste tus ojos para encontrarte con su mirada, una mirada intensa. Estaba prendido fuego, y ahora no te importaba admitirlo, vos también lo estabas, y no te arrepentías de haber tomado esta decisión.






-Sos hermosa—dijo el, en un susurro y acariciando tu mejilla—

-vos sos hermoso—dijiste y lo viste sonreir. Para luego acercarse a tu oído—

-me encantas…¡estas volviéndome loco!, no te imaginas las veces en la que te imagine asi…debajo de mi—dijo el, y sentiste el deseo en su voz. Tu corazón latía desbocado en tu pecho, y era porque lo deseabas tanto como el a vos—

-vos también me volves loca—dijiste para tomarlo por la nuca y besarlo—




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Buenas!!!!! acá estoy, presente, cumpliendo con ustedes! les dejo el capitulo Veinticinco, que espero les guste y  mas todavia, que COMENTEN. es lo único que les pido.



Si hay MUCHOS, MUCHOS, MUCHOS comentarios, mañana tienen otro...pero solo si hay MUCHOS, y (con muchos  me refiero a mas de 10). Y CON NOMBRE DE TWITTER.


linda noche!!!! @PauliterBel.

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 yo se que quieren leer el que sigue...asi que COMENTEN COMENTEN COMENTEN


sábado, 25 de abril de 2015

Capitulo 24







Te quedaste charlando con las chicas por un rato más, y luego todas decidieron dormir un poco más, por lo menos hasta que tuvieras que levantarte nuevamente para bañarte y comenzar a arreglarte para la cita con tu doctor.



En cuanto el despertador sonó y  las cuatro se pusieron manos a la obra, vos, empezando por bañarte, y las demás, eligiendo tu vestuario y calzado. Aunque temías por eso, estabas segura de que estarías hermosa para el…y la sola idea de ponerte linda para él, te ponía nerviosa.


Saliste del baño y cuando entraste a tu cuarto quisiste morir, jamás habías desordenado tanto tus cosas, y ahora…eran montañas y montañas de ropa, pero sobre el sillón que estaba a un lado de la cama, estaba la ropa elegida y sonreíste,  amabas lo que habían elegido, una pollera larga azul, y estampada con flores en tonos rojos, con el borde al final de esta en color rojo también, y una blusa negra. Esa ropa no la habías usado nunca y  te encantaría usarlo todo esta noche…y para Pedro.


Tus amigas se encargaron de secarte el cabello, maquillarte, y dejarte completamente lista, para que solo te vistieras y esperaras a que Pedro te buscara, estabas ansiosa, nerviosa…y con muchas ganas de verlo.
 Y gracias a Dios, la hora se pasó bastante rápido con las chicas a tu alrededor; cuando te quisiste dar cuenta, Pepe te aviso que estaba afuera esperándote. Todas te desearon suerte y te acompañaron hasta la salida. El estaba paradito ahí, mordiste tu labio, tenia una rosa que seguramente era para vos.





-Hola Pedro—dijiste caminando hasta el, quien se quedo inmóvil y mirándote de arriba abajo, reíste—¿estas haciendo la radiografía del dia?—preguntaste y el sonrio sacudiendo su cabeza—

-Perdon, me colgué, ¡estas hermosa!—dijo el, y tomo tu mano en cuanto llegaste hasta el—¿hay una vueltita para mi?—pregunto y sonreíste, para luego dar una vuelta para el—si, efectivamente estas preciosa—dijo el, haciéndote sonrojar, te acerco hacia el, y beso tu mejilla—toma, para vos—dijo entregándote la rosa—

-Muchas gracias…y vos también estas muy lindo—dijiste acercándote para besarlo en sus labios—

-¿estas lista? ¿nos vamos?—pregunto el y sonreíste—

-lista, vamos—dijiste y miraste para atrás para luego reir a carcajadas—

-¿de que te reis?—pregunto Pedro, sonriendo—

-Mira hacia la ventanita de la puerta, disimuladamente—le dijiste y el lo hizo para luego soltar una carcajada—se creen invisibles ellas, pobres—dijiste y el volvió a reir para luego besar tu sien—






Pedro te abrió la puerta de su auto y subiste, el lo hizo a los pocos segundos y arranco el auto para dirigirse al restaurante, que cabe aclarar, no sabías donde era…a juzgar por su ropa, no era un lugar ni muy informal, ni muy elegante, antes de salir por la puerta te sentias insegura, ¿y si estabas muy arreglada y caian en un McDonald’s?, la gente iba a tener un buen motivo para reir, pero en cuanto lo viste, te sentiste mejor.







-¿Qué pasa que estas calladita?—pregunto el, tomando tu mano por sorpresa después de usar el cambio—

-¿a mi?, nada, ¿Por qué?—preguntaste, si lo estabas, pero tampoco entendías el porque…en realidad no te habias dado cuenta hasta que el hizo su propia observación—

-¿estas nerviosa?—pregunto el, sonriendo—porque si es asi, estamos en igualdad de condiciones, estoy que tiemblo de los nervios ¿sabes?—te dijo y giraste tu cabeza para poder mirarlo, su perfil era increíble—

-¿nervioso vos? ¿Por qué?...y yo, no se, capaz que si un poquito—dijiste admitiendo esa pequeña verdad, el sonrio—

-desde el día en que te conocí que me pones nervioso…puedo actuar muy bien,  pero cuando estas cerca, estoy lejos de la tranquilidad—te dijo y reíste para luego tomarte el atrevimiento de llevar su mano hasta tus labios y dejar un beso en ella—

-Me pasa igual…no me dejas pensar coherentemente—dijiste y el rio—

-tenemos que ejercitar estas cosas—dijo el riendo—

-totalmente—dijiste y esta vez, quien beso tu mano, fue el—








Llegaron al restaurante, y efectivamente, el lugar era elegante, no en su totalidad, pero estaba bueno. 

El clima entre ustedes logro distenderse un poco, y es que te diste cuenta que tu mente no dejaba escapar los pensamientos acerca de…eso con Pedro. Estabas intentando patearlo, pero tenerlo enfrente tuyo no ayudaba de mucho.

El se sento frente a vos, y nuevamente el silencio se hizo presente entre ustedes. El no hacia mas que sonreírte.






-¿estas bien?—pregunto y lo miraste para luego sonreírle—

-si, perfecta—dijiste y el tomo tu mano por encima de la mesa—

-quiero que esta noche sea perfecta—dijo y tu respiración se cortó—perfecta para los dos—tu pulso se acelero y si habias pateado aquellos pensamientos, fue en vano, porque en ese preciso instante, los tenias  amontonados a todos—

-yo tambien—dijiste casi inaudiblemente. ¿a qué se refería con que quería que esta sea una “noche perfecta”?, bajaste la mirada, y si quisiste disimular lo roja que estabas, no funciono—

-¿Pau? ¿dije algo mal? ¿Qué paso?—pregunto, y lo miraste, el estaba inquieto, y no, no habia dicho nada mal…eras vos—

-No, nada…tranquilo, soy yo—dijiste poniendo una sonrisa, que no supiste si se la habia tragado pero por lo menos te devolvió una sonrisa en respuesta—






La cena transcurrió normalmente…bueno, no tan normal como hubieras querido, pero es que no sabías como manejar lo que sentías.  Ni siquiera sabias que era…aunque de repente apareció otra cosa que te inquieto…llevaban casi tres semanas desde que se conocieron,  habían pasado por momentos muy lindos, pero aun asi…el jamas menciono nada mas, aparte de querer verte una y otra vez…¿Qué es lo que buscaba?...y te preguntaste, ¿buscabas lo mismo que el?...no lo sabias, porque ni siquiera encontrabas respuesta a tu propia pregunta. ¿Qué pasaría si ESO, llegara a suceder esta noche?...las ganas las tenias, porque no te considerabas ninguna santa y no podias ocultar la belleza que cargaba ese hombre, pero…¿y vos? ¿y ustedes?...


Y ya cuando estaban en el auto…el rompió el silencio.






-Pau…¿Qué te pasa?—pregunto el, seriamente—

-Pepe, perdón…estoy un poco ida, no se que me pasa te juro—dijiste y reíste tratando de restarle importancia con eso. El sonrio—

-¿puedo decirte algo?—pregunto el—te juro que estoy callándomelo desde hace unos días, pero no quiero que te asustes—dijo el, y tu corazón comenzó a latir otra vez. Estabas segura, lo iba a decir—

-¿Qué pasa?—preguntaste—

-bueno…como ya sabes y te lo dije infinidades de veces…me encantas—dijo el, y bajaste la mirada, respirando profundamente. Lo escuchaste suspirar y…—quiero estar a solas con vos—dijo y dejaste de respirar—





¿Qué respondías a eso?...sonreiste, ¿ y si te arriesgabas?.  De repente volvio Paula…tu doctor estaba mas bueno que comer pollo con la mano…¿Qué mas respuesta que esa?





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Buenas!!!!! acá estoy, presente, cumpliendo con ustedes! les dejo el capitulo Veinticuatro, que espero les guste y  mas todavia, que COMENTEN. es lo único que les pido.



Si hay MUCHOS, MUCHOS, MUCHOS comentarios, mañana tienen otro...pero solo si hay MUCHOS, y (con muchos  me refiero a mas de 10). Y CON NOMBRE DE TWITTER.


linda noche!!!! @PauliterBel.

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