Paula:
Definitivamente algo estaba pasando. Miraste a Pedro y
parecía nervioso…no, no parecía, lo estaba, sus actitudes lo decían, estaba
sentado muy derecho en el asiento, este no era tu Pepe normal y relajado al que
tanto amabas.
Media hora después seguían en el auto, hablando de cualquier
cosa, y obviamente de lo que harían mientras Paz no estuviera con ustedes,
cuando de repente se detuvieron. Miraste por la ventanilla y frunciste el ceño,
lo miraste y el te sonrio, pensaste que quizás iban a ir a tomar un helado…o a
un hotel, bajaste y agarraste su mano la cual te ayudaba a salir de allí dentro
y se dirigían a un pequeño edificio con puertas de vidrio, el cual habia sido
un gimnasio tiempo atrás, pero parecia totalmente remodelado…
-¿en que pensas?—te pregunto Pedro, abrazándote por la
cintura, y si antes estabas confundida, ahora mucho mas, ¿pensar en que?—
-em…no se, ¿Qué es muy lindo?—dijiste y lo escuchaste reir—
-No tenes idea de que te estoy hablando, ¿no?—dijo el—
-No mi amor…no tengo idea, pero ¿Por qué tendría que
saberlo?—preguntaste acariciando sus antebrazos—
-Bueno…¿viste ese local con puertas de vidrio?—pregunto y
asentiste, desconcertada al mango—
-si, ¿Qué tiene?—preguntaste—
-¿Qué tiene?...es tuyo—dijo el y automáticamente te diste la
vuelta para mirarlo—
-No estaría entendiendo mi vida—reíste nerviosa—
-¿Cuál era el fin de ese titulo que conseguiste
hoy?—pregunto mientras te abrazaba por la cintura nuevamente—
-Poner mi propio estudio de dan…—alcanzaste a decir—decime
que no es lo que creo que es—dijiste con los ojos bien abiertos— Pedro…decime
que no—dijiste y el te sonrio para luego besar tu mejilla—
-lo compre para vos…acá estaban mis largas jornadas de
trabajo, es un estudio de danzas mi amor—dijo el, tratando de explicarte. Vos
lo miraste con tus ojos llenos de lagrimas, ¡no podia ser cierto! –
-¡decime que me estas jodiendo!—dijiste mientras rodeabas su
cuello con tus brazos abrazandolo. Habias hablado de esto con el millones de
veces, pero jamas imaginaste que iba a hacer esto—¡Gracias gracias
gracias!—dijiste riendo mientras el te daba vueltitas en el aire y te
depositaba en el suelo para darte un beso—
-De nada…vamos a verlo, ¿queres?—pregunto, tomando tu mano y
asentiste felizmente. El saco las llaves de su bolsillo
Apenas podías
contener la ansiedad y la emoción mientras Pedro abria las puertas por vos,
porque no te creías capaz de hacerlo. Mientras atravesaban el umbral de la
puerta de vidrio, tus ojos se llenaron de lágrimas, estaban parados en el área
de recepción, pero a través de otra puerta, podia verse el salón perfectamente.
-Creí que tal vez querías separar por edades, aca abajo lo
hice para las mas chiquitas, que supongo sus mamas van a querer verlas y
esperarlas—dijo el y sonreíste ampliamente para abrazarlo otra vez-
-¡es perfecto!—dijiste dándole un beso en la mejilla-
-Si algo no te gusta podemos cambiarlo—dijo el y negaste con
la cabeza—
-Es hermoso—dijiste mirando a través del vidrio—
-Adentro no se ve lo que pasa afuera—dijo el—
-me lo imagine—dijiste tomando su mano—
-¿queres entrar?—pregunto el y asentiste, el empujo la
puerta, y si antes estabas emocionada, ahora
era el triple—¿te gusta?—
-¡me encanta!—dijiste mirando todo a tu alrededor—
-Vamos a seguir viendo—dijo el y volviste a tomar su mano—
Siempre era tan dulce con vos, y eso no se fue con el
tiempo. Lo amabas aun mas. Caminaste de la mano a su lado, siendo guiada por
él. Caminaron unos metros despues del área de recepción, se encontraba un
pequeño “bar”, donde habían bebidas y demás.
Siguieron caminando hasta que subieron unas escaleras y se
encontraron con un lugar parecido al que habia abajo. Lo miraste y el te
sonrio.
-Bueno, esa puertita que vez ahí, lo puse como armario,
supongo que vas a necesitar guardar algunas cosas. Y este es otro salón, no muy
diferente al anterior…pero con algo que hice para vos—dijo el y lo miraste con
una sonrisa otra vez—
-¿Qué mas hiciste loquito?—dijiste rodeando su cuello con
tus brazos. El suspiro y te dio un pequeño beso en los labios. Volvió a tomar
tu mano para meter la llave en la cerradura de
la puerta del salón y abrirla. Tu corazón dejo de latir, había globos de
helio en forma de corazón flotando por todos lados, velas encendidas que
iluminaban todo a su alrededor, y en el centro…una cama improvisada que te
hizo sonreir. Te diste la vuelta y lo viste con sus manos metidas en los
bolsillos de sus jeans.
Rápidamente caminaste hasta el y
lo abrazaste para besarlo con ferocidad.
Él se acoplo a tu beso perfectamente, y juntos comenzaron con una sincronía
lenta y suave.
Despacito el te fue encaminando a
esa especie de cama, hasta que te dejo caer suavemente sobre el colchón…y fue
ahí donde comenzó todo. Besos, caricias, pasión, desenfreno, ternura…y mucho,
mucho amor.
Finalmente, cuando cayeron exhaustos
y muertos de cansancio, seguían besándose con la poca energía que les quedaba.
-Gracias por todo esto mi vida…me
encanto—dijiste acariciando su pecho—
-A mi tambien me encanto…pero me
salio mal—dijo soltando una pequeña risita, vos levantaste la mirada y reíste
tambien—
-¿Por qué?—dijiste frunciendo el
ceño—
-porque tenia que hacer algo
antes de que todo esto pasara—dijo el—ahora lo voy a tener que hacer desnudo si
no te importa—dijo el, separándose de tu abrazo—
-¿hacer que loquito?—dijiste,
tapándote el torso con las sabanas. Viéndolo levantarse de tu lado y gateando
hasta su ropa, acción que te hizo reir—¿Qué haces Pepe?—dijiste riendo y el
volvió a tu lado, pero esta vez, arrodillándose. Tu corazon comenzo a latir con
fuerza—Amor…¿Qué estas haciendo?—dijiste, con nerviosismo—
-Te quiero decir que te amo desde
la primera vez que entraste en mi consultorio…y quiero que seas mi esposa, mi
amor, ¿queres casarte conmigo?, quiero quedarme a tu lado para siempre…quiero
estar en tu vida por siempre—dijo el haciéndote soltar lagrimas—
-Pedro—dijiste llevando tu mano a
tu boca, mirándolo a los ojos—¡Obvio que si! ¡te amo! ¡te amo!—dijiste
lanzándote a sus brazos y besándolo, haciéndolo caer hacia atrás—Perdon, ¿te
lastime?—preguntaste, levantando la vista—
-No—dijo riendo, y levantándolos
a ambos. La situación era un poco bizarra, porque los dos estaban
desnudos—entonces, ¿aceptas ser mi esposa?—dijo el y asentiste—
-Si mi vida…si—dijiste y volviste
a besarlo—
Sin duda…nunca nadie habia sido tan
feliz como vos en este momento. No podias creer lo que estaba pasándote,
estabas por casarte, y tenias la familia que siempre habias querido tener. Y
por supuesto, empezando a formar la tuya propia…ibas a darle a tu hija y a
Pedro, todo el amor que pudieras, todo el amor que vos no habias tenido y que
querias brindarles… A tu familia jamas le faltaría amor, porque Pedro y vos se
amaban con locura, y ese amor iba a parar a Paz. Quien fue producto de toda
esta locura, que empezó siendo una aventura…una aventura que poco a poco se transformo
en algo mas….y que termino siendo una locura
de amor. Tu propia locura de amor y por la que estarías dispuesta a dar la
vida y por la que darías la vida. Esa locura que era tu hija y tu futuro marido…y
los futuros hijos que vendrían.
y llego el final nomas, espero que les haya gustado tanto como a mi me gusto escribirla...esta novela me hizo pasar por todos los estados posibles!!! muchas gracias a todas por leer y por tomarse su tiempo para hacerlo♥♥
Nos leemos en la proxima♥ y miles de graciassssss♥
Comenten por ultima vez!!!! quiero saber que les parecio esta historia!!!